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Pensamientos y más pensamientos eran los que abundaban en la mente de Jin, luego de lo que había pasado ayer por la noche. No sabía si lo que iba a hacer era buena idea, pero decidió tomar el riesgo... Todo por un hombre.

Por un hombre que sabía que le ponía el cuerno a su esposo por haberse fijado en él. Pero a él le gustaba ese hombre prohibido, y por eso había aceptado a que Namjoon lo siguiera cortejando, sabiendo los riesgos. Pero podía jurar que nunca nadie le había gustado tanto cómo él, nadie le transmitió algo singular antes con solo mirarlo.

— Dios santo, ¿Qué es lo que estoy haciendo? — Se preguntaba Jin mirándose al espejo con culpa, era la primera vez que haría algo así.

Salió de sus pensamientos cuándo sintió su celular vibrar, al ver de quién era el mensaje, no pudo evitar sonreír.

— Hola hermoso, ¿Cómo estás?, ¿Dormiste bien?

— Hola, estoy bien y dormí muy bien, ¿y usted? 

— También. Pero por favor, no me trates de usted, me haces sentir muy viejo.

— Está bien, trataré de acostumbrarme a no tratarlo de usted.

— ¿Te sientes bien?, Anoche te fuiste y te noté algo extraño, ¿Estás enfermo?.

— Oh, no, sólo fue por el frío que hacía, nada más... ¿Está trabajando?

— Sí, estoy a punto de abordar un avión a Japón por trabajo. Tendré que ir y venir por algún tiempo.

— Oh... Que mal, lo voy a extrañar un poco...

— A mí me hará mucha falta verte. Cuándo tenga tiempo, iré a visitarte, así que espérame con ansias. En cualquier momento podría llegar a tu casa.

— Está bien. Lo tengo que dejar, me está entrando una llamada importante. Que tenga feliz viaje y cuídese.

— Hasta entonces y también cuídate dulzura.

Jin contesta la llamada de Jungkook luego de salir del chat con Namjoon, un poco molesto.

— ¿Qué pasa?

— ¡Uy!, que forma de contestar.

— Me interrumpiste en mi hora de meditación, ¿Qué sucede?

— Para decirte que quizá llegue un poco más tarde, me quedaré aquí en el hospital un poco más.

— Está bien, está bien, pero cuándo llegues no hagas mucho escándalo ni dejes los zapatos tirados en la entrada, recuerda que tienen su respectivo lugar, así cómo el abrigo, ¿Ok?  

— Está bien, está bien, tranquilo.

— Ok adiós, cuídate.

— Igualmente, adiós.

Jungkook colgó la llamada, aún extrañado por la contesta de Jin, ¿Qué le habrá pasado?, pero bueno, ya le preguntaría cuándo fuera a casa, él empezó a cruzar el pasillo hasta que llegó a la habitación, dándose cuenta de que estaba cerrada pero vio por la ventanita que allí estaban el señor Park con su hermana aún acostada, ambos estaban hablando y parecían riendo, cosa que interpretó cómo que por fin, el señor Park se había reconciliado con ella y ahora serían más cercanos. Sólo sonrío levemente y decidió esperar afuera para no interrumpir el momento familiar.

Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora