Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

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Era una calurosa mañana en la casa de los padres de Jungkook, aunque la brisa del mar les tocaba por completo, el calor no era poco. Así que Jimin, al detestar estar muy sudado, decidió ducharse temprano, así que ahora estaba en la ducha, metido bajo el agua fría, estaba tan distraído con la frescura que esta le brindaba que no se dio cuenta que ya no estaba solo en el baño.

— No hay nada mejor que apreciar tu cuerpo sin nada que lo cubra... — Esta voz hizo que Jimin diera un brinco y abriera los ojos, encontrando a Jungkook parado en la puerta corrediza que separa el baño del sanitario, mirándolo con picardía.

Jimin cierra la llave y agarra la toalla para comenzar a secarse, sólo hasta ese momento, miró al menor.

— ¿Con qué derecho me espías tú, chico travieso? — Dijo el mayor mientras sonreía.

— Perdón si te incomodé pero, no pude resistirme, eres tan bello... Pero si te incomoda que te mire estando desnudo, dejaré de hacerlo... — Le dijo Jungkook mientras tomaba su rostro entre sus manos.

—... No me incómoda, no te preocupes — Dijo el mayor mientras enrollaba la toalla alrededor del cuello del menor, para luego atraerlo hacía él — Sólo que tú, te me estás convirtiendo en un chico muy travieso.

— ¿No te gusta que sea atrevido? — Preguntó el menor quién al estar cerca de su amado, sólo podía sonreír tímidamente.

— No me gusta, me encanta... — Respondió él ojiverde para luego acercarse y dejar un beso en sus labios, mismo al que este correspondió.

— ¡Jungkookie! — Se escuchó la voz de la señora Jeon desde el piso de abajo.

— Ve, tu mamá te está llamando... — Le dijo Jimin separándose de él, él asintió y antes de salir del baño dejó un besito en sus labios, que hizo que él mayor muriese de ternura.

Luego del desayuno decidieron ir un rato a la playa los cuatro, para hacer un día de campo, pasar un buen rato y almorzar allí. Luego de aquél momento agradable y de una muy larga despedida, Jimin y Jungkook emprendieron su viaje de regreso a Seúl. 

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— Nunca termino entendiendo... ¿Por qué las noches que paso contigo son más cortas?

Eso se preguntaba Namjoon mientras seguía acostado en la cama junto a Jin. Estaban en el apartamento cerca a la empresa de Namjoon, en dónde se habían visto por estos días y en esta ocasión, Jin pasó la noche con él.

— Lo mismo me pregunto yo... — Respondió Jin mientras se enderezaba sobre la cama, el contrario imitó su acción mientras lo abrazaba por detrás y posaba su cabeza en el hombro del castaño.

— No quiero que te vayas, no quiero que te alejes... — Jin se gira quedando frente a él, este posa sus manos en el rostro del castaño — Sólo quiero que te quedes a mi lado siempre... 

— Yo anhelo lo mismo, pero, todo es tan complicado.

Luego, el hombre de tez morena abrazó fuertemente al castaño, ocultando su rostro en su pecho, mientras este correspondía al abrazo acariciando dulcemente la espalda y el cabello del mayor.

— Siento tanto miedo, siento que me muero de sólo pensar que puedo perderte en cualquier momento...  Y me siento muchísimo peor de saber que todo ocurrió por mi culpa — Dice Namjoon entre suspiros.

— Namjoon, no pienses más en eso, ya pasó... — Le ruega Jin entre temblores.

— ¿Cómo quieres que no piense en eso?, No puedo perdonarme el hecho de que por mi culpa, ellos te lastimaron... Simplemente por un maldito impulso mío, te puse en peligro... — Añadió Namjoon con frustración mientras miraba fijamente a Jin.