Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

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El tiempo pasaba tan rápido que todos apenas se daban cuenta, Jimin sentía que apenas había sido ayer el día de la ecografía en dónde por fin supo que tendría una niña y ahora estaba próximo a los nueve meses de embarazo, su panza ya estaba tan grande y pesada que se le dificultaba un poco caminar, cuando se quedaba de pie mucho tiempo o caminaba mucho, se cansaba demasiado rápido y le dolían los pies. 

Jihyo, Rosé y a veces Eun Woo se turnaban para estar con él pues habían algunas cosas que ya no podía hacer por sí mismo, así como se había vuelto muy sensible emocionalmente y no le gustaba estar solo, además de que en cualquier momento podrían iniciar los dolores. En ese día, estaban Rosé y Jihyo con él, ayudándolo a acomodar la ropa que habían comprado para la bebé.

— Ay no, estas cositas están bellísimas... — Exclamaba Jimin fascinado con cada prenda que le mostraban.

— Si, y son de una telita muy cómoda y respirable, fue de las primeras recomendaciones que nos dio la chica de la tienda... — Dijo Jihyo, haciendo que Jimin sonriera.

— Si hace tiempo me hubiesen dicho que en algún momento estaría así de emocionado con ropa para bebé, seguro y los hubiese insultado... — Menciona el pelinegro de forma graciosa, haciendo que las otras dos chicas rían, luego Jimin siente un leve dolor en el abdomen bajo que lo hizo quejarse y tocarse el abdomen.

— Jimin, ¿Qué pasó? — Preguntó Rosé al notarlo.

— No sé, sentí una punzada rara pero ya se me pasó, me han dado algunas iguales estos días... Es algo muy raro, porque así como llegan se van... — Dijo Jimin.

— ¿Y han sido muy fuertes?, Si es así, puede indicar que ya casi es el momento y hay que estar alertas... — Argumenta Rosé.

— No, no son muy fuertes pero incómodas sí. Pienso que tal vez es ella que se mueve, se ha estado moviendo mucho — Responde Jimin — No creo que eso sea, a parte ya tenemos la cesárea programada para la próxima semana.

— Pues sí, pero eso puede adelantarse y tendremos que correr contigo para la clínica en caso de que esos dolores se vuelvan demasiado fuertes... — Respondió Jihyo, el pelinegro comienza a jugar ansiosamente con sus dedos.

— Aún sigo preparándome mentalmente para eso, tengo mucho miedo chicas... — Expresó Jimin muy nervioso y asustado — En mi caso pueden haber demasiadas complicaciones, de sólo pensar que algo puede salir mal me... — El pelinegro comenzó a llorar y las chicas fueron rápidamente a abrazarlo.

— No, no, no, no nos llenemos la cabeza de malas ideas. Te va a ir muy bien en esa cesárea, Dalnim nacerá bien y tú también vas a estar bien... — Le dice Rosé mientras acaricia su cabello.

— Sí Jimin, aparte, piensa en cómo será cuando por fin tengas a esta bella princesa en tus brazos... — Le dijo Jihyo mientras acariciaba su panza, cosa que hizo que Jimin sonriera.

— Me muero por conocerla... — Dijo Jimin con una leve sonrisa.

— Nosotras igual, por eso, debes mantenerte calmado y sereno porque todo va a salir muy bien, ¿De acuerdo?  — Dice Rosé y Jimin asintió.

Los tres siguieron hablando de otras cosas mientras terminaban de acomodar la ropa de la bebé y algunas otras cosas, y como en cada conversación, siempre Jimin terminaba llorando al hablar de lo mucho que extraña a Jungkook.

— ¿Cómo ha estado él?, ¿Ha estado bien?... — Preguntó Jimin con lágrimas en sus ojos.

— Pues, en lo que ha demostrado, está algo mejor, no está tan alegre como antes pero al menos ya bromea y se ríe de vez en cuando, tiene el cabello un poco más largo y obvio, algo que no cambia en él, es esa torpeza que parece que es natural de él, aunque ya la controla un poco más— Dice Rosé y Jimin sonríe levemente.