TRIXIE
Al fin llego el tan aclamado fin de semana y estoy saltando como una lombriz de la felicidad. Desde temprano me aliste, guarde todas mis cosas en mi maleta y a las ocho ya estaba desayunada.
Me muerdo el labio inevitablemente cuando veo a Zack recostado en mi auto con un teléfono última generación en sus manos. Eso es extraño, ¿de dónde sacaría él tanto dinero como para comprarse ese teléfono cuando estaba desempleado?
—Hola —saludo y salta del susto.
—Me vas a matar —gruñe.
Bloquea el teléfono y me mira furioso. No aguanta nada y a mí me gusta molestarlo. Es divertido.
—¿De placer o de susto? —musito coquetamente, solo por molestarlo un poquito más.
—Definitivamente de susto —sisea algo molesto y sonrío.
—Lindo teléfono —alabo con curiosidad.
Él niega y lo alza en el aire dando toquecitos en su palma.
—No es mío, es de un amigo, trato de arreglarlo
—¿Ahora también sabes arreglar teléfonos?
—Hay muchas cosas que no conoces de mí
Eso es cierto y no sé porque, pero lo siento como un golpe bajo...muy grosero de su parte.
—Te conociera si me contarás más de ti —recrimino.
—Te contare todo algún día, cuando seas digna de mi confianza
Jadeo, indignada. Ahora resulta que tengo que ser ‹‹digna de su confianza››, eso es muy gracioso y trato de demostrarlo riéndome sarcásticamente de él.
—Zack eres muy i... —me callo ante la intensidad que emanan sus ojos. Los dos queremos esa palabra, lo puedo notar en como de un segundo a otro cambia el ritmo de su respiración, pero creo que es mejor bajarse de esa nube—, muuuuuy idiota —completo.
Zack suelta una risotada y niega con una mueca sexy.
—¿Con miedo, muñeca? —inquiere con una sonrisa de lado.
Sonrío con nerviosismo y me muerdo sutilmente el labio
—¿De qué? —pregunto, intrigada—. Si yo solo le tengo miedo a los fantasmas no a los de carne y hueso
Ágilmente me acorrala contra la puerta del copiloto de mi automóvil.
—¿Porque no lo dijiste? —susurra mirando mis labios y sube sus cejas retándome con su actitud.
—Porque hoy no me apetece, bonito —contesto, calmada o lo más que su cercanía me lo permite.
Voltea los ojos con una actitud infantil que me hace sonreír ligeramente y sin una palabra más se aleja y nos subimos al coche. ‹‹ ¿Qué acaba de suceder? Y ¿Por qué estoy temblando? ¡Dios mío! ¡Contrólate, Trixie! ››, me grito mentalmente.
Con calma y en silencio Zack maneja hasta la playa donde me voy a encontrar con Olivia. No conversamos, es más cada uno va perdido en sus pensamientos y perderse en el interior de la mente es un laberinto peligroso de explorar.
‹‹La mente es una caja de pandora››
Estaciona el auto y logro ver a mi muñeca. No espero más, literalmente me tiro del carro y corro hacia ella.
—¡Hola, hermosa! —me saluda con un abrazo muy emotivo, chocando nuestros cuerpos con fuerza.
—Te extrañe —susurro y hago un puchero.
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Inevitable Atracción
RomantikTrixie no buscaba el amor ni creía en los sentimientos del corazón, sin embargo, el destino hizo que un hombre de preciosos ojos azules apareciera en el momento indicado para ayudarla. Por otro lado, Zack tampoco buscaba el amor. Estaba soltero, co...