CAPÍTULO 14: DESEO

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Espero lo disfruten 💗

TRIXIE

Tomo su rostro entre mis manos y uno nuestros labios. Pero, mi necesidad de él hace que profundice el beso, así que, deslizo mis manos hasta su nuca y siento las suyas posarse en mis caderas haciéndome jadear contra sus labios al sentir el contacto directo en mi piel desnuda.

—Quiero que estes en mi infierno —susurro sobre sus labios, coqueta.

Sus ojos azules, ahora casi negros, cubiertos de deseo me miran. Son una chispa de pasión creciendo a la velocidad de la luz y me gusta demasiado, me excita.

—Ni el mismo infierno va a saber lo que encendiste

—Pues dejemos que el infierno nos consuma —musito mientras juego con su cabello.

—Jodida Diabla —gruñe.

Sonrío y él niega antes de volver a besarme. Lo sabía, los dos queríamos probar la fruta prohibida del otro.

Sus manos descienden por mi espalda hasta llegar a mis nalgas. En un ágil movimiento me impulsa para cargarme y suelto una risita tonta mientras enrosco mis manos alrededor de su cuello y mis piernas rodean sus caderas.

Unimos nuestras frentes y sin poder evitarlo jadeamos presos de la intensidad del beso. El aire entre nosotros es escaso, limitado y su respiración como la mía chocan y se unen. Un cosquilleo placentero recorre toda mi columna vertebral cuando Zack sostiene la parte trasera de mi cuello y me mira con intensidad.

—¿Estás segura? —pregunta, serio.

—Te dije que te tentaría hasta que caigas en mis encantos —respondo, segura de mí misma.

—Y caí, pequeña diabla, caí por ti

Sus palabras me erizan la piel y mi corazón sufre una taquicardia. Acabo de ser consciente de que lo que estamos haciendo no es solamente carnal, en este momento y mientras lo miro en silencio compruebo que estoy enamorada.

—Zack... —gimoteo, casi sin palabras, conmocionada por todo lo que siento.

—Te hare mía, Trixie, porque me tentaste y no fui lo suficiente fuerte para resistirme. Te hare mía porque quiero, porque te deseo y porque muero por escuchar mi nombre en tus labios —jadea, ronco y en voz baja.

—Si hubiera sido una apuesta hubiera ganado —hago un puchero.

Zack ríe y camina con dirección a la habitación del avión.

—Estoy feliz de haber perdido y que mi premio-castigo seas tú —dice con fingida resignación mientras abre la puerta e ingresamos.

—¡Oye! —me quejo—. No soy...

No termino de refunfuñar porque Zack me empotra contra la puerta y reclama mis labios provocando que me olvide de todo incluso mi nombre. Su lengua ávida se introduce en mi boca y me reclama como suya provocando que me pierda en tiempo y espacio.

Reacciono cuando mi espalda choca contra el colchón y Zack suelta mis labios alejándose un poco, pero manteniéndose sobre mí. Lo repaso con mi mirada y frunzo el ceño.

—Tienes mucha ropa —gruño y él ríe.

Refunfuño entre dientes. Llevo mis manos al filo de su camisa y la deslizo con rapidez sacándola por su cabeza y lanzándola lejos. La ropa en este momento es estorbosa e innecesaria.

—Trixie, despacio —pide con una sonrisita cuando en mi desesperación comienzo a desabrochar su pantalón.

—¿Despacio? —alzo mis cejas—. No conozco esa palabra, pero creo que su antónimo es rápido y duro —me muerdo el labio a la par que bato mis pestañas.

Inevitable AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora