*No olviden leer ENAMÓRAME, lo encuentran en mi perfil*
ZACK
Christian Ward es un viejo amigo que conocí por Arthur, su hermano. Hemos compartido un par de viajes juntos y compromisos familiares. No estamos sobre el otro, pero nuestra amistad perdura a través del tiempo y la distancia. Ahora, después de un par de semanas logramos consolidar una asociación, de su empresa de construcción con la mía.
—¿Cómo va tú matrimonio? —inquiero a Arthur.
—¡Jodido! —gruñe y las últimas veces que lo he visto está realmente de mal humor—. Bendito el momento en el que me lanzaste esa maldita liga —ironiza.
Suelto una carcajada y Christian me secunda, es gracioso ver al hombre que juraba no casarse, atado a una mujer. Una mujer con un carácter bastante peculiar.
La puerta se abre y los tres que nos encontramos en la sala volteamos a ver. Es Mel, mi secretaria. Frunzo el ceño, hace un momento pedí que no me interrumpa para nada.
—Señor, lo siento. Pero, la señorita Trixie —me paro al escuchar su nombre y percibir los gestos de angustia de Mel—. No sé qué ha sucedido, pero lo espera en su despacho
Confundido tomo el maletín de documentos y me despido de los hermanos Ward. En menos de un minuto abandono la sala de juntas y avanzo con prisa a mi oficina. Abro la puerta y miro a mi pequeña mujer llorar sin parar.
—¿Que pasó Trixie?
Mi cuerpo se hela por completo e imagino lo peor. ‹‹ ¿Qué le puede pasar a mi pequeña para que este así? ››, me pregunto, preocupado. Veo que se levanta y limpia sus lágrimas. Suelto el maletín en algún lugar y me acerco a Trixie con mi corazón latiéndome de la desesperación.
Ella trata de explicarme lo que ha sucedido, pero su llanto se lo impide. Me volveré loco sí no puedo resolver esto. Acuno su rostro y susurro una palabra, pero no funciona.
Así que, me siento a su lado, la coloco sobre mí y solo puedo abrazarla. Es lo único que se me ocurre y con el pasar de los minutos siento su cuerpo relajarse. Deja de llorar y después de minutos de incertidumbre, habla:
—Zack fui al hospital
Mi entrecejo se frunce. Mi corazón me golpea el pecho y mis músculos se tensan.
—¿Paso algo?
—Si —gimotea y el llanto la acompaña.
Con el corazón en mi garganta, con miles de nervios recorriéndome de pies a cabeza, la abrazo y dejo que una vez más se reconforte en mis brazos. Pasa el tiempo, lo único que escucho es el llanto de mi esposa y ni una sola palabra de su boca.
—Trixie, por favor...por favor muñeca dime algo —suplico.
—¿No te desmayas?
—Solo dímelo —insisto.
—Vas a ser papá —gimotea.
—¡¿Que?! —grito.
Por un momento pienso que escuche mal, ‹‹Oh, mi Dios, ¿papá? ››. El mundo se paraliza a mi alrededor, solo tengo atención plena en mi llorosa mujer y lo que acaba de salir de su boca.
—Que un espermatozoide viajó hasta mi óvulo y lo fecundo, tonto
Joderrrrr
Me mareo, mis vías respiratorias no funcionan con normalidad y siento que me asfixio. Voy a ser papá, voy a tener un bebé con la mujer que amo. Logro quitarme la corbata que es estorbosa y aún con miedo de que sea un sueño, desesperado, pido:
ESTÁS LEYENDO
Inevitable Atracción
RomanceTrixie no buscaba el amor ni creía en los sentimientos del corazón, sin embargo, el destino hizo que un hombre de preciosos ojos azules apareciera en el momento indicado para ayudarla. Por otro lado, Zack tampoco buscaba el amor. Estaba soltero, co...