ZACK
Disfrute más de lo que imagine organizar nuestra boda. Fue divertido y agotador. Sin embargo, ahora me caso en dos días y a petición de mis amigos en especial de Adrián organizamos una despedida de soltero. Trixie también hizo la suya, cada uno por su lado. Para ser sinceros, esto no me gusta nada, más cuando se lo que se hace en las despedidas de solteros. Pero, aun así, aceptamos.
Por el momento, en plan tranqui y para empezar la noche, estoy cenando con Adrián, Markus, Maximiliano, Arthur, Christian, Santiago y Eric. Todos con compromisos, todos tienen novia o esposa, menos Arthur que es una alma libre y Adrián que vive en su propio mundo.
Mi mujer: ¿Cómo lo estás pasando?
Sonrío al ver su mensaje y con disimulo contesto mientras mis amigos ríen.
Yo: Aburrido sin ti
Tecleo con rapidez y obtengo una respuesta igual de inmediata.
Mi mujer: A mí me están bailando unos sexis strippers
Gruño al instante, pero sé que bromea o al menos eso espero sí no quiere que la encierre y castigue por desobediente. Pero, dispuesto a darle de su propia medicina, escribo:
Yo: A mi igual, cariño
En segundos recibo una videollamada de mi enojada prometida.
—Eres un mentiroso —gruñe al ver el fondo del restaurante yo veo un fondo similar y sonrío—. ¿Dónde estás?
—Cenando, muñeca
Es lo único que alcanzo a decir porque Adrián me arrebata el celular. Gruño, molesto, pero él se pone de pie para que no alcance el teléfono.
—Es una despedida de solteros Trixie —dice lo obvio y miro a mi mujer refunfuñar—. Te quiero, pero bye
—Adrián no me cuel...
Mi amigo termina la llamada y me devuelve el teléfono.
—¡¿Estás loco?! —bramo.
Todos me miran divertidos.
—Está noche es sin celulares, Zack. Relájate, por favor y disfrutemos la noche. Para todos, dejen de hablar con sus mujeres
Enrabio y refunfuño como un niño en rabieta. Me hacen prometer no usar el celular y acepto para que no me lo quiten y más tarde poder comunicarme con mi mujer.
—Conozco un club exclusivo —comenta Arthur en el parking del restaurante—. Solo es de fiesta y baile
—Le soy fiel a Trixie —declaro, orgulloso.
—Y yo —sisea, Christian—. Quiero a Jen
—No soy la excepción —sisea, Eric
—Ni yo —dice, Santiago
—Menos yo —sonríe, Maximiliano.
Los dos únicos solteros del grupo se miran entre ellos y se persignan, casi y se arrodillan para agradecer a Dios por su soltería.
—Gracias a Dios aún no estoy amarrado —exhala, Arthur—. Amo ser libre y disfrutar de las bellas mujeres que existen en este mundo.
—Opino lo mismo —dice, Adrián—. Pero, ya no se hagan los santos, solo iremos a ver y disfrutar del espectáculo. No promuevo la infidelidad —asegura con la mano en su corazón.
Todos discutimos un poco más, pero a la final decidimos ir. He estado antes en club de estos que son más para tomar unos tragos y compartir con amigos.
ESTÁS LEYENDO
Inevitable Atracción
Roman d'amourTrixie no buscaba el amor ni creía en los sentimientos del corazón, sin embargo, el destino hizo que un hombre de preciosos ojos azules apareciera en el momento indicado para ayudarla. Por otro lado, Zack tampoco buscaba el amor. Estaba soltero, co...