CAPÍTULO 12: MENTIRAS

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Aquí descubriremos otra faceta de nuestro Zack. Espero sepan perdonarlo, amores.

***

ZACK

TRIXIE

TRIXIE

TRIXIE

Ese es el nombre de la mujer que llevo unas semanas "cuidando".

Todo empezó con el bendito bolso. Y luego, apenas vi sus ojos verdes sentí una conexión demasiado fuerte que se opacó por mi enojo ante su drama infantil.

‹‹ ¡Joder! Era un simple bolso Gucci para el drama que hizo››

Quise alejarme de ella y pese a querer repetir el beso que nos dimos sabía que lo mejor era estar distanciado o mejor dicho nunca más verla. Pero no contaba con que me iba a buscar para proponerme que sea su guardaespaldas.

Fue la oportunidad perfecta ¿para? No tengo ni idea. Mi mente me dice que para darle un escarmiento y que aprenda a valorar más lo que tiene. Mi corazón lo ve como una oportunidad para conocerla más.

Pero, todo se fue a la mierda ni bien comenzó.

Me equivoqué. Me di contra la pared. Me caí de cabeza y sin casco. Porque ella es la mujer más arriesgada, loca y divertida del mundo.

El proponerle dar dinero para la fundación fue una de las primeras pruebas, la más fácil realmente. Yo quería verla en acción y lo hice. Cuando fue a la fundación y simplemente no le importo terminar llena de pintura, me di cuenta de quizás no es cualquier mujer y eso me asusta. Ahora, me asusta y muchísimo.

En el tiempo compartido, Trixie es simpática y espontánea. Ha hecho un nuevo Zack, una mejor versión de mí y eso hace que tengamos una conexión inexplicable e inevitable.

Diablos. Quiero que ya se acabe y al mismo tiempo quiero que dure para siempre. Quiero cuidarla, aunque sé que ella es una mujer independiente que puede cuidarse por sí sola.

Y, como que no, si esa chiquitita rubia es mejor que Jackie Chan, sus golpes son certeros y ahora con la ayuda de Iris ha perfeccionado mucho su técnica, es una loca y le falta muchos tornillos.

Mi estúpido corazón se enloquece cuando la mira y mi furia emerge cuando está en peligro o el idiota de Ronald o cualquier otro idiota con intenciones de decirle lo hermosa y perfecta que es, se cruza por su camino. Los detesto, me caen mal. Ella sabe que es hermosa, yo lo sé y yo se lo hago saber. Nadie más. Es por eso que muero para que me llame por esa forma tan peculiar, ‹‹imbécil›› es solo una excusa que tenemos instaurada en nuestra relación como un código secreto.

‹‹Maldición, ¿Qué pasa si llego a sentir más cosas por ella y la pierdo? ››, se me estremece el cuerpo de pensarlo.

Paso las manos por mi cabello, frustrado y confundido en el propio bucle de mis sentimientos, vuelvo a clavar mi vista en los documentos que tengo al frente, sobre la mesa de cristal de mi despacho. Los hojeo y disperso observando en conjunto los gráficos estadísticos que marcan el crecimiento que están teniendo mis negocios.

Sonrió por el detalle. No sé en que instante pase de ser un empresario al guardaespaldas de alguien como Trixie. Formando una completa mentira.

Hasta tuve que volver a vivir donde Margarita para que vea que si soy la persona que ella cree que soy. Y, mi segunda mamá está encantada, aunque no deja de insistirme en que debo decirle la verdad a Trixie.

‹‹ Pero ¿Por qué carajos lo hice? ›› Porque ahora que la conozco no quiero perderla tan fácilmente por mis mentiras. Me he acostumbrado a verla, a escondidas, mientras juega con los niños, cocina o habla con Margarita. Adoro su compañía al verme practicar y jugar mis partidos de básquet, saltar como una loca en los escalones llenos de grafitis. Refunfuñar contra el equipo contrario y ser infantil sacándoles la lengua o el dedo medio, por lo que la he regañado.

Inevitable AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora