TRIXIE
Hoy es nuestra primera noche en nuestra casa. Después de casarnos en Las Vegas hace ya un mes Zack me preguntó sobre mudarnos a la casa que había comprado antes de lo del aborto y todo lo que pasamos. Lo pensé por un par de días y decidí que mudarnos sería una oportunidad para empezar algo nuevo como pareja.
Así que, después de días organizando todo en nuestro nuevo hogar, hoy puedo decir que me encanta el resultado de todo. Desde los muebles hasta las decoraciones más sencillas. El patio en la noche es espectacular por el alumbrado y las plantas le dan un toque mágico. La piscina que construyó Zack es bellísima y está cubierta, lo que le da un aire de privacidad; más aún cuando decidamos ponernos creativos.
Sin embargo, pese a que todo es lindo, a mí me gusta el patio; así que elegí sentarme en el césped, relajarme con un buen café y contemplar el cielo en la noche. Mientras tanto, Zack está en su despacho haciendo un par de llamadas, mi esposo realmente es un hombre muy ocupado. Aún hay días en los que me pregunto cómo pudo tener tanto tiempo para mi fingiendo ser alguien que no era. Pero, creo que el amor te hace hacer esas cosas que no tienen sentido.
Aunque, mi rutina tampoco es relajada. Las acciones ahora están bajo mi supervisión, soy a mano derecha de Zack en la empresa y como él lo dijo en la reunión de mi presentación ‹‹Lo que mi mujer diga es una orden››. Aún recuerdo la cara de todos, la intensa mirada azulada de mi esposo y su apretón en mi mano dándome una vez más la confirmación de que soy lo mejor de su vida. Por un momento, pensé que la magia acabaría después de todo lo que pasamos en tan poco tiempo, pero no. Zack ha demostrado amarme aun en medio de la tormenta.
—¿En qué piensas?
Volteo mi rostro y dejo el café que tenía a un costado de mi cuerpo. Zack se acerca y se sienta a mi lado, en el césped, descalzo como lo estoy. El pantalón de chandal que lleva le da la comodidad necesaria.
—Tengo algo que decirte
Me volteo y él hace lo mismo, quedando frente a frente en posición de loto.
—¿Ocurre algo? ¿Estas bien? —acuna mi rostro y sonrío con los labios cerrados.
—Estoy bien —confirmo. Él no me cree, entonces, añado—: Amo la empresa, a la gente y lo que hacemos —me muerdo el labio sin saber cómo continuar—. Pero, quiero hacer algo mío
Él sonríe como siempre buscando tranquilizarme. Toma mis manos y las besa.
—¿Qué se le ocurrió a esa cabecita?
Me río.
—Una escuela —siseo y él eleva sus cejas—, de arte para niños.
—Okey, podemos hacerlo —acepta, pensativo. Pero, me conoce tan bien que sabe que no es eso lo que oculto—. Algo más te ocurre
—Hace un tiempo te dije que no quería tener hijos
—Trixie... —advierte.
El tema es sensible para los dos, hay madrugadas que lo hablamos y otras que preferimos quedarnos en silencio contemplando el circular de nuestros propios pensamientos. Sin embargo, hoy es un día en el que deseo hablarlo.
—Te lo dije, me asusta la idea de intentarlo de nuevo. Estaba llena de dolor y confusión, sin embargo, creo que fui muy tajante al anular esa opción. Aun no estoy segura, aun lo estoy trabajando, pero al menos ya no estoy cerrada en la posibilidad de que en algún momento lo volvamos a intentar.
—Será a tú tiempo —musita—. Yo estoy predispuesto cuando quieras, me encanta la práctica —vacila con picardía.
—¡Zack! —empujo su hombro.
ESTÁS LEYENDO
Inevitable Atracción
RomanceTrixie no buscaba el amor ni creía en los sentimientos del corazón, sin embargo, el destino hizo que un hombre de preciosos ojos azules apareciera en el momento indicado para ayudarla. Por otro lado, Zack tampoco buscaba el amor. Estaba soltero, co...