Los Labios de Christopher

Capítulo 30: amigos

Me tenso, no quiero que peleen, solo estoy haciéndolos sentir incómodos, pero en definitiva arruinar su relación de hermanos no es lo que quiero. Me pongo en acción con tal de evitar algún malestar.

—Lo que te deje dormir en las noches— le respondo, y regreso mi atención a Christopher, quien luce divertido.

—Hey, ¿No se supone que ibas a preguntarme algo?— Charles suena algo molesto porque mi atención no está en él.

Por un par de segundos me debato si voltearlo a ver, me digo que será algo contraproducente, pero si estoy intentando jugar un juego con ellos, debo ser una participante activa.

—Ya hice mi pregunta— le recuerdo, cómo que no me estaba poniendo atención.

—Lo siento, no escuché— se rasca la nuca como señal de incomodidad.

—Pregunté si habías sido quien consiguió los boletos de la visita al museo.

—Sí, fui yo— responde.

—Genial ¿Quien fue el de la idea del concepto? es interesante— le pregunto seriamente interesada.

Sus ojos tienen un brillo inusual y sonríe antes de comenzar a hablar emocionado sobre la exhibición.

—Yo fui el de la idea de los sentidos, y dar una guía, soy el administrador, pero como artista se me permite participar en el comité creativo, llevaba un año esperando que está exhibición saliera a la luz, espero que te haya gustado— su sonrisa es genuina y nada burlona, puedo ver cómo se siente a gusto hablando de lo que le ha apasiona.

La forma en cómo habla sobre lo que ayudó a crear es realmente tierna, es como si de verdad quisiera hacer ello el resto de su vida y no ser administrador.

Ojalá todos tuvieran la oportunidad de hacer lo mismo.

—Fue interesante, aunque no era necesario lo de los hielos, tenía frío, de verdad— me pasa un escalofrío por la espalda de solo recordarlo.

—Ese es el punto, debe ser inolvidable.

—Explícame, por favor— parece ser que eso solo logra que su sonrisa se agrande más y no sé si he hecho algo bueno o malo.

—Como en el marketing actual los sentidos son la entrada a la mente de las personas, todos los recuerdos y esas cosas, además siempre recordamos más sensaciones que imágenes, así que utilizamos las temperaturas y texturas para hacer más intenso el momento y que durante mucho tiempo hablarán de la exhibición y quién sabe, tal vez llevar a algunos amigos— se encoge de hombros.

—Me entra una duda ¿Por qué la idea de un cuarto del cual se deba escapar?— continuo con las preguntas.

—La mente entra en un tipo de modo de estrés en la cual busca diferentes soluciones, además muchos no lo notaron, pero todos eran obras, desde pinturas hasta esculturas, todo hacía parte de la exhibición y bastante personas quisieron llevárselo a casa.

>>También fue mi idea lo del restaurante al final del recorrido, buenas colaboraciones e ingresos

—Realmente tienes una mente brillante— soy sincera, me sorprende su habilidad para crear, y estar dispuesto a llevar a cabo su idea, porque muchas personas tienen buenas ideas, pero no tienen la persistencia de hacerlo, incluso tu mente malvada es brillante, te felicito.

—Como que algo no encaja— se queja Chesed y me sorprendo.

—¿Qué no encaja?— estoy confundida ante las palabras de Chesed, nunca esperé que él fuera quien pusiera problema por un cumplido que le di a su hermano, aunque admito que sí le agregué un poco de ironía en el tono de mi voz, es una mente brillante y también malvada.