—¿Qué está pasando?— llevo mi mano a la frente y suspiro —¿Greg, qué estás haciendo?
La persona aludida se detiene y voltea a mirarme, su rostro es más serio de lo normal, incluso noto la línea marcada de su frente, pero no responde a mi pregunta. No explica por qué hace cinco segundos atrás estaba revisando el cuerpo y las pertenencias de Hide Alford, básicamente una requisa.
—¿Sabes algo, Seth?— le pregunto a mi amigo ya que mi guardia de seguridad no tiene intención de dar explicaciones.
—Ni idea— se encoge de hombres —Yo solo abrí la puerta y él le solicitó una revisión a este hombre— señala Seth.
Suspiro, no me siento bien, un pequeño chuzo ha pasado por mi cabeza y me hace querer regresar a la cama y dormir, siento como si algo estuviera alterando mi cuerpo.
Sí, sí, sí, no es grave, solo es... solo es... incomodo, no tener el control me está molestando un poco.
—Greg, llama a Christopher— no se lo pido, se lo ordeno.
Lo miro fijamente, me aseguro que el mensaje llegue a él y que sepa que no estoy jugando, estoy hablando en serio y sé quién le ha dado la orden de incordiar a mi compañero hoy.
Greg tarda un poco, pero asiente y toma su celular, toca la pantalla un par de veces y apoya el dispositivo a su oreja.
—Hola, Nav, estás hermosa— Hide llama mi atención.
Volteo a verlo, y a pensar de que han arrugado un poco su camisa azul oscuro, sigue luciendo atractivo, realmente tener sexo con él no se ve nada mal, sol ofalta ver como se mueve.
—Hola, Hide— le sonrío —Te ves realmente bien— le guiño un ojo —Y gracias, se que me veo preciosa— me encojo de hombros.
Greg me ofrece su celular, luego de que le dijo algo a su amado jefe, lo dijo en un tono de voz tan bajo que no escuché ni entendí nada.
—McGee— digo apenas pongo el celular en mi oreja.
—Buenas noches a la mujer más hermosa del Universo, la señorita Rask ¿Para qué soy bueno?— su tono de voz es juguetón, lo que sea que quería hacer, lo ha logrado y está feliz por ello.
—Para hacerme enojar, para eso eres bueno— suspiro —¿Qué pasa por tu cabeza, McGee?— aprieto el puente de mi nariz, siento que me está dando dolor de cabeza.
>>Te lo conté no para que interfieras, sino para que no hubiera malentendidos entre nosotros— mi tono de voz es bajo, porque me estoy conteniendo.
—Lo sé— dice —Yo solo quería asegurarme de que estabas a salvo, que el hombre no lleva algo raro e intentaría hacer algo— su tono juguetón ha desaparecido —¿Me pase un poco?— me pregunto.
—Te pasaste, mucho— no puedo enojarme con él cuando pone las cosas en esa perspectiva.
Me gusta la sensación de estar siendo cuidada, solo que espero que no tomen la decisión por mí, sino que me pregunten primero, no quiero sentirme como una posesión, algo que controlan, hace tiempo entendí lo importante de poder elegir, cada vez que me han quitado esa posibilidad me he sentido débil.
—Lo siento— dice —Yo no fui consciente de tus sentimientos y actúe de forma precipitada sin detenerme a considerar tus sentimientos y te he herido, me disculpo.
Me quedo en silencio, no sé si es lo que espero, no sé si sus palabras son lo que quiero escuchar, no sé si lo quiero escuchar.
—Entiendo— hago una pausa —Ten una buena noche.
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Los Labios de Christopher
ChickLitChistopher McGee es el mayor de cinco hermanos, dos de ellos son su viva imagen, son la fotocopia uno del otro, pero solo físicamente, si miras en su interior, es "único e irrepetible," lastimosamente eso lo refleja en su manera de actuar, no sabe s...
