Capítulo 43: No está bien

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Sonrío mientras tomo una taza de té en la mañana. Estoy sola en el apartamento, pero realmente estoy satisfecha con la situación.

Miro hacia la puerta, no puedo evitar sonreír y morderme el labio mientras recuerdo la noche anterior, miro hacia el sofá justo debajo de mí y mi sonrisa se hace más grande.

Sacudo la cabeza, no es momento de pensar en ello y menos por lo que pasó. Digamos que es una mancha en nuestra noche. Sin contar que tuve una cita con uno y terminé besando a otro, la ironía.

Aunque me quedaré todo el domingo en casa sin hacer nada, no me siento mal, realmente creo que necesito este momento de paz además, creo que hay otras personas que desearían poder estar en mi situación en este momento.

Tomo mi celular que está junto a mí y veo la hora, son solo las once de la mañana, y yo no he hecho mucho, la verdad. Solo recordar la noche anterior, me da escalofríos y estimula mi imaginación de otras cosas que pudieron pasar.

—Buenos días— Seth saluda mientras abre la puerta del apartamento, yo volteo a mirarlo y él está bostezando.

—¿No te quedaste ayer con tu casi novio oficial?— le pregunto.

—Sí— me responde y cierra la puerta tras de él.

—¿Y por qué luces tan cansado? Se supone que te quedaste a dormir— tomo un sorbo de mi té.

—Exacto, hicimos todo menos dormir— sube y baja sus cejas mientras alza las comisuras de sus labios de forma sugerente.

—Lo noto— me burlo —Luces renovado, pero acabado, no estoy segura que ello tenga sentido para ti— me río.

—Realmente amo como me coge— se deja caer a mi lado —Si no fuera porque la energía se me agota, lo haría durante horas— se queja —En este momento desearía ser Bella Swan y que él fuera Edward Cullera para que me culee sin parar— dice de forma seria.

Me río, no solo porque su comentario tiene un toque picante, sino porque me lo imagino en ello durante horas sin parar.

—Que poeta, cariño— también recuesto mi cabeza en el sofá.

—Lo sé— se encoge de hombros —Venía leyendo las noticias en mi celular, lamento lo de Christopher.

Giro mi cabeza para mirar a mi amigo de cerca, hago una mueca y asiento, sí, yo también me siento algo triste.

—Lo sé, debe ser duro para él y su familia— comento —La incertidumbre da miedo y más sobre la situación de la salud de su familia— sacudo la cabeza.

>>No sé qué pasó por su mente en el momento en que le dijeron esas noticias— miro de nuevo hacia el techo y cierro los ojos.

Aún recuerdo sus ojos y como perdieron la luz en un momento.

.

La noche anterior...

Christopher me mira con sus ojos muy abiertos, como si de repente recordara que estamos haciendo y que hay una realidad afuera, se ríe un poco y besa la punta de mi naríz mientras el teléfono celular vuelve a sonar.

—Estoy segura que ese es el tuyo, no el mío— apunto hacia la puerta.

—¿En qué momento se cayó?— se queja mientras pasa la mano por su cabeza.

—No sé, pero algo que está a punto de volverse en un desastre son tus pantalones— señalo —Ve al baño.

Me pongo de pie para que él también pueda hacerlo.

Christopher McGee luce más cansado que yo o puede ser porque yo no sé cómo luzco, la verdad. Lo veo ponerse de pie mientras ríe, camina hacia el baño y cierra la puerta tras de él.

Los Labios de ChristopherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora