—Creo que nos estamos dejando llevar, no considero que esté sea el momento de hablar de esta forma— dice Albert McGee al ver que mi hermano no se ríe al final de su oración —Además, debemos aceptar las decisiones de ambos, ellos son adultos.
—No me venga con que son adultos— Nathan aprieta la mandíbula —¿Qué pensaría usted si viniera un hombre que quiere casarse con su hija que lo primero que hizo fue hablar mal de ella?— se pone de pie, su pecho sube y baja de forma visible —¿Qué puede hacerle una vez que estén casados y crea que la ha atado a él? ¿Por qué soy yo el único que ve el problema aquí?
Mi hermano se pasa la mano por el pelo, una y otra vez. Lo veo inhalar y exhalar, incluso sopla su dedo meñique mientras se enfoca en mirarlo. Su pecho no sube ni baja tan rápido como hace algunos momentos atrás, sin embargo su mandíbula sigue apretada.
No sé qué decir, no sé cómo responder, sé de dónde viene su preocupación y mi mamá mirando a mi hermano mientras sostiene fuertemente la mano de su esposa me dice que ella también lo sabe, ella es la protagonista de una historia que suena muy similar a la que Christopher McGee está trayendo a la luz, tal vez la diferencia es que él es quien la cuenta y no trata de ocultarla.
—Lo estoy contando todo porque quiero ser claro en cuales han sido mis errores, además de que nos vimos obligados a trabajar y pude ver lo increíble que es, y descubrir que me gusta y que solo estaba tratando mis emociones peor que un adolescente— Christopher se mantiene sentado, pero a Nathan directamente a los ojos.
>>Sé que suena loco, sé que no me entienden, sé que mi historia suena absurda, lo entiendo— trata de hablar despacio, lo noto por cómo sus palabras salen cada vez más espaciadas entre ellas y como su boca gesticula cada sílaba —Yo más que nadie soy consciente de lo cretino que he sido con Navier— voltea a verme —Por eso lo digo delante todos, porque quiero que sepan lo que he hecho y le crean si ella alguna vez está incómoda en la relación— toma aire —No soy un santo, sin embargo quiero cuidar de ella y si ello significa que voy a tener el papel del villano frente a ustedes desde el principio, estoy dispuesto a aceptarlo— asiente varias veces, como si se repitiera ello en la cabeza —Creo que se llama sistema de apoyo— frunce el ceño —Solo quiero que ella siempre lo tenga.
No puedo evitar ladear la cabeza ¿por qué querría que tenga un sistema de apoyo? ¿por qué hace tanto énfasis en ello? Sé que he mencionado algo sobre la situación de mi familia, pero no recuerdo contar los detalles tétricos del asunto.
Mi corazón se acelera solo de pensar que él puede saber algo, la pregunta sería ¿cómo lo sabe? Me duele el pecho, trago saliva, mis manos están temblando y siento mis piernas débiles.
—¿Nav?— mi hermano me llama, alzo la vista —¿Limón o arandano?— todos lo miran como si no entendieran por qué menciona frutas mientras yo parezco perder la razón.
—Arandano— le respondo mientras recobro un poco mis sentidos.
Sonrío, sin poder creer hace cuantos años no usábamos ello. Acordamos usarlo de niños, era como diferenciamos si estábamos bien o mal. Limón era porque era lo que el donador de esperma nos obligaba a comer cuando llegaba de mal humor, sin embargo estaba sobrio para no pegarnos.
El arándano es el único recuerdo lindo que teníamos de nuestra infancia, como al pisar uno, el donador de esperma se cayó y se rompió una pierna, estuvo en el hospital una semana y luego se fue a donde sus padres para que lo cuidaran, fueron los mejores tres meses que tuvimos durante esos años. y el arándano se volvió mi fruta favorita.
Limón: estoy mal.
Arándano: estoy bien.
Nathan asiente.

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Los Labios de Christopher
ChickLitChistopher McGee es el mayor de cinco hermanos, dos de ellos son su viva imagen, son la fotocopia uno del otro, pero solo físicamente, si miras en su interior, es "único e irrepetible," lastimosamente eso lo refleja en su manera de actuar, no sabe s...