Los Labios de Christopher

Capítulo 31: cuñada

Mi corazón se acelera, varios escenarios se reproducen en mi cabeza, todo lo que podría pasar, desde lo que podría ir bien hasta lo que podría ir mal. Lo último me da un poco de ansiedad, definitivamente el miedo intenta dominar todo lo que siento, pero peleo para que ello no pase. Solo debo vivir sin arrepentimiento, igual, siempre me arrepiento más de lo que no hice que de lo que hice.

—Si no vas a ser capaz, este es el momento para dar un paso atrás, estás a tiempo— le advierto, aunque en realidad es más para mí.

—Siempre un paso adelante, dar uno atrás no va a hacer que el tiempo deje de correr, solo que yo deje de intentarlo— sonríe.

Mi corazón da un pequeño salto, mirar su rostro hace que quiera acercarme, que quiera abrazarlo, es extraño, hasta mis hombros se sienten pesados, como si necesitaran moverse.

—Ahí vas de nuevo con tu labia de cantante— bufo.

Me quejo, pero igual sonrío, me gustan sus palabras, me gusta lo que dice, no decepciona para nada, incluso hace que entienda por qué tantas personas están enamoradas de él.

Solo amigo... recuerda, tú pusiste las condiciones, el impulso de querer besarlo por unas cuantas palabras bonitas, sacalo de ti, besarlo no te llevará a ningún lado, sigue siendo una cara bonita con una actitud de mierda.

Tratar de convencerme de que la decisión que lo que acabo de hacer está bien resulta duro, más cuando solo puedo pensar que lanzarme al vacío y dejar que su calor me abrace sería divertido, sería toda una explosión de adrenalina, supongo que aquí es cuando agradezco que mi parte racional aun tenga el poder de mis acciones.

Además he descubierto que me gusta estar a su alrededor, ahora entiendo por qué puedo diferenciar entre los hermanos, es como me hace sentir, no sé si es su energía, su aura o cómo se comporta conmigo, pero una vez que empecé a sentir cierta diferencia cuando estaba a su alrededor, es que me di cuenta de que algo estaba mal.

—Es una buena labia ¿No?— su sonrisa se hace más grande y luce muy orgulloso de sí mismo, al parecer su aura gris ha quedado en el olvido, se va con otra actitud a su casa, no sé qué piensa que logró, pero parece estar satisfecho con ello.

—No sé, puede mejorar— me encojo de hombros.

—Entonces necesito mucha práctica ¿Vas a ser mi compañera de práctica?— sube y baja sus cejas de forma insinuante.

—No— sonrío y trato de lucir inocente mientras alzo mis hombros, como si no hubiera entendido lo que su labia sugiere.

Comienzo a caminar de regreso al auto, quiero llegar a mi casa, a la seguridad de las cuatro paredes de mi habitación, a la seguridad de una taza de té, preferiblemente de manzanilla, para calmar mis nervios. Ha sido un día largo.

Escucho pasos y sé que él me sigue de cerca.

—Por cierto, sobre la canción...— deja la frase incompleta.

—Solo vamos a hacer la de amor y la de "realidad"— me detengo y volteo a verlo —No voy a hacer la otra contigo, esa decisión no cambia.

No voy a arrepentirme de ello, no quiero hacerlo, es como si dejara que me utilicen, no quiero sentirme así, llegar a un acuerdo no significa que se revocan todas las anteriores decisiones.

Duele. Aún me duele.

—Entiendo— asiente Christopher después de estar en silencio por un momento.

Tal vez lo único que entienda es que me ha herido, y ello tiene consecuencias, no estoy segura de que entienda cuánto me molestó lo que pasó, que no esté llorando frente a él no significa que no duela.