Los Labios de Christopher

Capítulo 52: la versión de Christopher

—De huir— asiente varias veces con su cabeza, como si intentara internalizar ello —Me arrepiento de huir y no comunicarme, por ello es que la comunicación debe ser base para nuestra relación— me sonríe.

—Te recuerdo que no hubo muy buena comunicación entre nosotros al principio, si no, recordemos a tus hermanos haciéndose pasar por ti— le digo.

—Fallas técnicas— me dice mientras sonríe.

—Bueno, entonces ¿de qué huiste?— le pregunto, volviendo a nuestro asunto serio.

—Me encanta como cambias de estados de ánimo— regresa a cocinar, mientras mezcla la salsa y me da la espalda comienza a hablar —Huí de darle mi versión a Chesed cuando hubo un malentendido— lo dice como si no fuera la gran cosa, pero el tono de dolor es palpable en su voz, realmente se arrepiente de ello.

—¿Y cuál es tu versión, Christopher?— no lo presiono más, lo dejo que procese sus pensamientos, quiero su versión real.

—Nunca le he fallado— es su respuesta.

No quiero mostrar que ya sé a qué se refiere, que tengo el contexto de su recuerdo, quiero que él se sienta libre de contar su versión y que sepa que yo la voy a escuchar.

—¿A quién?— hablo después de que él continúa en silencio, no quiero presionarlo, pero parece que cada silencio que deja entre nosotros es solo para verificar que sí lo estoy escuchando.

Apaga el fogón, baja la sartén y la pone a un lado. Se lava las manos, toma el trapo que tiene en su hombro y lo utiliza para secarlas. Todo lo hace en silencio y ni siquiera me mira.

—Nunca le he fallado a Chesed— finalmente me mira a los ojos y veo como habla con la verdad.

Se acerca a mí y apoya su cuerpo en la barra, quedando más cerca de mí.

—Él solía tener una novia— se encoge de hombros —Ella intentó salir conmigo, pero siempre la rechace porque no me gustaba— sacude su cabeza —Extrañamente terminó saliendo con mi hermano, no le di mucha importancia porque cada uno es libre de tomar sus decisiones— ladeo la cabeza, pero no aparto mis ojos de los suyos, los cuales me miran de forma directa, hasta cierto punto llega a ser intimidante —Llevaban un tiempo siendo novios y yo finalmente decidí hacer de mi música mi trabajo— toma mi mano y acaricia mis dedos, todo mientras me mira —Me hicieron una oferta y estaba contemplando tomarla.

Finalmente baja los ojos y su voz se apaga un poco.

>>Ella se enteró— suspira.

—¿Ella?— pregunto cuando de nuevo hace una pausa larga.

—La novia de Chesed— alza de nuevo la cabeza y me mira a los ojos —Me buscó

—Fue a buscarme a casa, mamá la dejó entrar porque ella dijo que iba a esperar a mi hermano, su novio, pero en realidad llegó a meterse a mi habitación— hace una mueca —Empezo a coquetearme, a tocarme, a pasar su mano por mi brazo— por un momento se estremece —Fue repugnante— aprieta mi mano —Ella me besó... y la empujé— sacude la cabeza —Intentó besarme de nuevo, en ese momento llegó Chesed y creyó que yo la estaba obligando porque la tenía del brazo para alejarla de mí— baja su mirada a nuestras manos juntas.

—Ni siquiera lo cuestionó, me golpeó sin preguntar— puedo ver la sonrisa triste en sus labios —Practica boxeo desde que éramos niños, casi me mata— su cuerpo se recuesta más en la barra —Mi propio hermano intentó matarme, y todo por una mala mujer, increíble ¿No?

Lo miro, levanto mi mano libre y acaricio su mejilla antes de pasar mis dedos por su pelo una y otra vez.

—¿Luego qué pasó?— no dejo de jugar con su pelo, ni siquiera cuando comienza a hablar de nuevo.