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|capítulo ochenta y uno|
HAPPY MERRY CHRISTMAS

|capítulo ochenta y uno|HAPPY MERRY CHRISTMAS

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—¡Feliz Navidad!

Todos gritaron festejando. Eran un gran día, porque estaban igual nto a los que más querían, junto a su familia.

Tal vez no eran las mismas criaturas. Tal vez no tuvieran la misma sangre, o las mismas habilidades. Tal vez no pertenecían al mismo grupo o manada. No compartían ni siquiera los mismos ideales. Muchos caso murieron. Otros habían muerto y llevaban así por más de cien años. Otros revivieron. Y otros nunca murieron. Algunos ni siquiera estaban en su propio cuerpo. Algunos eran puros. Otros habían sido llamados monstruos. Destruyendo pueblos y civilizaciones enteras. Pero ahora, todos estaban ahí. Juntos.

Se juntaron con solo una idea, ayudar a Lena a salvar New Orleans. Pronto esa idea se convirtió en la necesidad de salvarla, sin importar lo demás. Sin saber que, en el proceso, encontrarían razones, similitudes, sentimientos y propósitos. Tal vez no tenían la misma edad, ni la misma sangre o eran las mismas criaturas. Pero se amaban. Y amaban a Lena. Y estarían ahí para el otro. Estaban lado a lado. Y eso era lo que los hacía una familia.

—Νομίζουν ότι θα μπορέσεις να τους σώσεις, ανόητη μάγισσα. . . Σύντομα, όλα όσα ξέρουν θα τελειώσουν. . . Θα γονατίσουν μπροστά μου, οι ένοχοι θα πληρώσουν και οι θεοί στους οποίους κάποτε προσευχήθηκαν θα πέσουν. . . Η κόκκινη εποχή θα ξεκινήσει. κόκκινη μάγισσα θα επιστρέψει.

Lena susurraba cosas, sin sentido para los demás. En un transe impuesto por la luna roja. Su voz sonaba con un gran eco y distorsionada, mientras que su cabeza se inclinaba con una pequeña sonrisa macabra.

Su cuerpo soltaba destellos y pequeñas chispas rojas, mientras que cada centímetro era llenada por aquella delgadas venas rojas, cómo pequeñas grietas. Y sus ojos. . . Las escleróticas eran bicolor, mientras que una era blanca, la otra era negra, con un hermoso iris de color escarlata brillante adornando a estás.

—Lena. . .

—No, no, no no. . . —Elijah se puso en frente de ella, sosteniéndola de los hombros, sacudiendo a la pelirroja en un intento por sacarla de aquel transe —Lena, hey, Lena. . . —Habló con notable miedo en sus ojos —Hey, aquí estoy. . . Concéntrate en mi voz. . . Aún no es hora. . .

—V. . . V-vayanse de aquí. . . —Susurro con dificultad, sintiendo como su mente era controlada una vez más —Largo. . . —Pidio. Sus ojos cambiaban de color constantemente, regresando a la normalidad y volviendo a su control. Estaba intentando salvarlos. —El nemeton. . . Me dió más poder. . . Tienen que huir.

𝕶𝖆𝖔𝖘 || 𝕰𝖑𝖎𝖏𝖆𝖍 𝕸𝖎𝖐𝖆𝖊𝖑𝖘𝖔𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora