"Un ángel como el no puede volar al infierno conmigo"
Nadie nunca lo hubiera adivinado, dos personas que se llaman a si mismas demonios, que buscan redención se terminan enamorando. Sera todo un caos.
"El caos llegó a New Orleans."
DISCLAIRMER
Los p...
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Pronto una luz blanca y dolorosa alumbros los ojos de todos, cerrando los. Y pronto, al volverlos a abrir, todo estaba como antes de cerrarlo. No había ningún cambio. Ni uno solo.
—Eres un charlatán. . .
—¿Estás seguro? —Lucifer sonrió y pronto, varios rayos del mismo color de la luna roja comenzaron a caer en la tierra, uno tras otros. Los Mikaelson y las criaturas ahí se intentaron cubrir, pensando que Lucifer quería hacerles daño, pero pronto se dieron cuenta que había una inconsistencia. Ningún rayo caía a ellos, simplemente en lugares cercanos, en donde no había nadie, y había algo aún más extraño. Cada que un rayo caía, una nueva persona aparecía en exactamente el mismo lugar. Y todo comenzaba a cambiar.
Aiden. . . Brett y Lori Talbot. . . Laura Hale. . . Deucalion. . . Jenna Summers. . . Elizabeth Forbes. . . Charlie. . . Camille O'Connell. . . Allison Argent. . . Y. . .
Henrik Mikaelson.
—¿C-Cómo. . .? —Klaus susurro, viendo el cuerpo de su querido hermano menor respirando. Claro, ninguno estaba despierto, estaban en una pequeña siesta, después de todo, traer a alguien de vuelta del cielo no era tan sencillo. —Henrik. . .
Aquellos que anteriormente habían perdido a sus seres queridos se acercaron, pero no llegaron lejos, pues una barrera los protegía.
—No no no. . . No creyeron que sería tan fácil, ¿O sí? —Lucifer sonrió ladinamente mientras se acercaba a ellos —Traer a alguien del cielo. . . Traerlo a la vida nuevamente no es algo sencillo, no cualquiera puede hacerlo. . .
—Dame algo de crédito. . .
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—Lena. . . —Aquella voz. . . Aquella voz era la que habían estado esperando por tanto tiempo.
—Después de todo, yo los traje a la vida. —Sonrió mientras Lucifer rodeaba su cintura con el brazo. —¿Me extrañaron. . .?
—Lena. —Rebekah corrió a ella, pero pronto una fuerza sobrenatural la golpeó, haciendo que se estrellara n un árbol.
—Que patético. . . —Susurro viendo como los ojos de la mayoría se llenaban de lágrimas —¿Saben que ella los amaba? Pero prefirió no decir nada. . . Porque sabía que eso la hacía débil. . . Pero en honor a la Lena débil, les haré una oferta. . .
