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|capítulo ochenta y dos|
LAZOS ROTOS

—Xechoríste to aíma pou énosan oi palioí theoí

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—Xechoríste to aíma pou énosan oi palioí theoí. Diachoríste ton thánato pou synyfaínei ti moíra. Sóse aftón pou den eínai athánatos kai chórise to níma tou aímatos pou évale i zoí. . .

Lena susurraba palabras sin sentido para el resto de sus amigos, mientras sus manos eran envueltas por las de Klaus. Un circulo de velas los rodeaba, al igual que uno mas grande de sal. El amanecer había empezado y la luna iba desapareciendo poco a poco, así como las ganas de Lena de matar. Sabía que eso no duraría mucho, pues en cuanto volviera a anochecer, la luna regresaría y esta vez se quedaría, no bajaría hasta que los dos días se completaran, y eso se pondría feo. La sed de sangre regresaría, las ansias por matar, la oscuridad llenando su alma, poco a poco.

—¿Eso es lo que pasa usualmente cuando hacen hechizos. . .? —Stiles pregunto curioso y Lena solo gruño molesta. Era la cuarta vez que intentaba hacer aquel hechizo, pero no funcionaba. —¿Segura que sabes lo que haces. . .?

—No es la primera vez que hago esto, Stiles. . . —Lena le informo con molestia. Su ira estaba estallando y no era por la luna llena. —He practicado magia desde miles de años antes de que tu, huesitos, nacieras. . . He visto lazos de union, y los he desecho. —Aseguro —He usado este mismo hechizo, los mismos objetos. . .¡Todo! ¡Y este maldito vinculo no puede romperse! —Grito con ira. —Asi que agradeceria mucho que todos se callaran y me dejaran pensar, por solo un momento, por favor. —Pidio mientras las luces se encendían por arte de su magia y las velas se apagaban. —Necesito pensar. . .

Todos asintieron silenciosamente para despues ir saliendo. En cuanto la puerta se cerro, Lena cerro sus ojos, concentrandose y susurrando un par de palabras, poco despues tres Lenas mas aparecieron.

Lo voy a decir, que hermosa soy. . .

Lo sabemos. . .

En realidad, no eran tres Lenas más, era su mente. En la parte real, sus ojos aun se mantenían cerrados, y ella aun se encontraba sentada en el suelo. Pero su forma astral se encontraba metida en su mente, en donde aun podía hacer lo que quisiera y de una forma privada. Donde nadie podía escuchar, solo ella. Y bueno, Klaus.

—Esperen, eso no es a lo que vine. . . —Lena susurro mientras se levantaba del suelo —Necesito saber como salvar a Klaus. . . Y cuatro mentes mias, es mejor que solo una mente mia. . .

—Bien, empecemos a carburar. . . —Una de las Lenas dijo y todas asintieron, pensando que harían. —Intentamos un hechizo normal, uno que funciona como lobos y criaturas ordinarias. . . Pero nosotras no somos una criatura ordinaria. . . Y tampoco Klaus. —Recordó —Y su lazo no es ordinario. . . —La otra completo.

—Nuestro lazo es mas difcil de romper, si no es que incluso imposible de romper. . . —Menciono ella caminando de un lado a otro, la Lena original. —¿Pero que pasaría si no lo rompieramos? ¿Que pasaría si solo buscáramos. . . La manera de pausarlo? —Sugirió —Solo por el momento de la pelea. . . Y tambien si perdemos nuestra humanidad.

𝕶𝖆𝖔𝖘 || 𝕰𝖑𝖎𝖏𝖆𝖍 𝕸𝖎𝖐𝖆𝖊𝖑𝖘𝖔𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora