Una rápida aclaración de que "el prólogo" es solo un pequeño índicio de cómo empezó todo. No define por completo la historia y lo que viene más adelante.
Ahora sí, disfruten😊
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Una mañana normal, igual que todas las demás.
En la mansión Phantomhive, se respiraba cierto aire de paz y tranquilidad, se podría incluso decir que el lugar estaba tan silencioso que si escuchas con atención, podrías oír el viento silbar, el agua fluir y los pájaros cantar, dándole cierta sensación relajante a tu cuerpo. O, eso era lo que sentía, realmente aquel hombre alto de cabellos azabaches, piel clara y buena postura, al escucharlos.Llevaba una charola en sus manos y caminaba con mucha determinación, hasta encontrarse con la puerta del salón principal de la mansión, donde, una vez ahí, la tocó tres veces esperando ser aprobado su pase.
Ciel: Adelante.
Aquel suave tono le permitió hacerlo y este, se abrió paso al gran salón, donde se encontró con el próximo heredero Phantomhive.
Sebastian: Buen día, Joven Amo. -Se inclinó respetuosamente y con cuidado de no soltar la charola- El té está listo.
El muchacho parecía concentrado desde su lugar, pero, al escuchar aquellas palabras mencionadas, se dio o mejor dicho, le concedió al azabache su absoluta y total atención, dejando de lado los papeles de sus manos a un lado.
Ciel: Es earl Grey, ¿Cierto? -Soltó de repente, al sentir entre sus fosas nasales el agradable aroma.
Sebastian: Es cierto, pero, ¡Qué buen sentido del olfato tiene usted, Joven Amo!. -Le Halagó- Incluso, podría decirse que se compara con la de un Can.
Al parecer al muchacho, no le pareció muy agradable aquel comentario y lanzó una mirada asesina al contrario.
Sebastian: Discúlpeme... -Dijo, inclinándose y mostrándose completamente apenado, por lo dicho.
Aquel joven, de apenas trece años, es Ciel Phantomhive; Sus cabellos son de color azul claro y sus ojos son de un azul océano tan profundo que cualquiera se perdería en ellos. Su piel es clara y a la vista de cualquiera, tan suave. Y sus labios...
Ciel: Supongo que está bien. -Dijo, luego de darle el primer sorbo a su taza- ¿Qué tenemos el día de hoy?
Sebastian: El día de hoy tiene clases de Violín con la srta. Rottenmeier. Clases de Latín con el profesor Augustus Y necesita resolver un pequeño inconveniente en la fábrica.
Ciel: ¿Qué tan pequeño? -Cuestionó.
Sebastian: Pues...
*Se teletransportan🙂
Ciel: ¡¿Qué es lo que está pasando aquí?! -Exclamó completamente confundido y sorprendido al ver a todos sus empleados discutir unos con otros.
-¡Amo Ciel! ¡Qué bueno que está aquí! -Exclamaba uno de los empleados, el más viejo- Necesitamos que resuelva esto.
Ciel: ¿Qué sucede Hall? ¿Por qué todos están peleando?
Hall: Pues, verá... Hubo varios compañeros quienes se quejaron del mal mantenimiento de las máquinas, unos dicen que casi son cortados por la hoja de metal y otros, que estuvieron a punto de perder la vida al quedarse atrapados en la máquina de relleno. -Le informó de manera rápida, logrando ver el rostro de preocupación que tenía el menor- Y eso no es todo. Se empezó a correr el rumor de que esa podría ser la causa del "Porque" dos de nuestros compañeros ya no volvieron a trabajar.
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Solo Mio
RandomEnamorarse, es una hermosa etapa en la vida de cualquier persona, que se disfruta mucho más en la adolescencia. Sin embargo, este no parecía ser el caso para Sebastian Michaelis, un hombre de 27 años, sirviente (Mayordomo) de la mansión Phantomhive...