Capitulo 32

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El tiempo transcurrió rápidamente y sin darse cuenta, el día llegaba a su fin, cediendo su lugar a la noche.

Sebastian estaba preparado para ejecutar su plan meticulosamente diseñado para evitar cualquier fallo al final.

Sebastian: Aquí tiene, amo Vincent, espero que la comida sea de su agrado.

Vincent: Gracias Sebastian.

El hombre comenzó a comer.

Sebastian: Disculpe mi atrevimiento, pero, ¿el Joven Amo no cenará con usted esta noche?

Vincent: No, él está-

Ronald: Señor Phantomhive.

*Que empiece la función*

Vincent: ¿Sí, sucede algo? ¿Le sucede algo a mi hijo? -Preguntó ansioso.

Ronald: No, el Joven Phantomhive se encuentra bien. -Dijo, logrando que el mayor se relajara- Por otro lado, nosotros debemos partir.

Vincent: ¿Qué? ¡Pero, ese no fue él-!

Ronald: Entiendo... el acuerdo era que nos quedaríamos el tiempo necesario hasta que llegara la medicina para el joven, pero surgió una emergencia en el hospital y debemos acudir de inmediato. Le ofrecemos nuestras más sinceras disculpas por lo ocurrido. -Dijo, inclinándose respetuosamente junto con su compañero- Sin embargo, no hay motivo de preocupación, enviarán a un nuevo médico para que cuide al muchacho.

El hombre no se sentía satisfecho ni completamente de acuerdo con la noticia, ya que la salud de su hijo era una gran preocupación para él. Sin embargo, después de analizar la situación con más detenimiento, optó por aceptar las disculpas y permitirles seguir adelante.

Vincent: De acuerdo, pueden retirarse.

Los individuos se volvieron a inclinar y sin decir una palabra más, abandonaron el lugar.

Vincent: Sebastian, te pido que asumas la responsabilidad de cuidar a Ciel. Si es necesario, te pido que pases la noche en su habitación.

Sebastian: Como ordene, Amo Vincent. -Respondió gustoso, mostrando una sonrisa satisfecha al haber obtenido su objetivo.

Vincent: Lamento no poder cenar, pero siento que necesito descansar. Que tengas buenas noches.

Sebastian: Qué descanse, Amo.

Una vez que el hombre se retiró, Sebastian se apresuró a dirigirse a la habitación del joven, quien podría no tener idea de que se acercaba a un enfrentamiento que cambiaría su vida para siempre. Sin vacilar, abrió la puerta y entró, asegurándola detrás de él.

Para Sebastian, no era ninguna sorpresa encontrar al joven parado junto a su cama sosteniendo un libro que minutos antes había tomado del pequeño estante del lugar, pero para Ciel fue una gran sorpresa verlo allí y no entendía por qué estaba presente en ese momento.

Ciel: ¿Sebastian... qué haces aquí? -Le preguntó con intriga y asombro notorio.

A pesar de eso, Sebastian no respondió a su pregunta. Se acercó decididamente al chico y agarró bruscamente su brazo, llevándolo hacia la cama. En un rápido movimiento, lo hizo caer sobre esta y se colocó encima de él, inmovilizando su cuerpo y sujetando sus manos, sin darle ninguna oportunidad de escape.

Ciel: ¡Sebastian qué-!

Sebastian: No. -Negó rotundamente, su tono de voz reflejaba rudeza y seriedad.

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