EXTRA #3

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CAPITULO EXTRA: BODA

El día de la boda llegó finalmente, el evento tan esperado por los novios y sus seres queridos. La sala estaba decorada hermosamente, el banquete estaba listo y los invitados comenzaban a llegar. Mientras tanto, los anfitriones se preparaban en sus respectivas habitaciones.

Toc... toc...

Ciel: Adelante.

En ese momento, mientras Ciel se arreglaba, alguien tocó a su puerta, sorprendiéndolo. Sin embargo, decidió permitirle la entrada al misterioso visitante sin imaginarse de quien se trataba.

Ciel: Sebastian, ¿qué haces aquí? Se supone que no debemos vernos antes de la boda. -Expresó confuso al ver a su futuro esposo en el lugar.

Sebastian: Creo que esa tradición solo aplica a las parejas heterosexuales. -Respondió, acercándose a Ciel y admirándolo con una sonrisa en el rostro.

Ciel: ¿Te gusta cómo me veo? -Le preguntó, pero parecía estar muy distraído.

Sebastian: Te ves hermoso... -Respondió, tomándolo de la mano y haciéndolo dar una vuelta- como un ángel.

Ciel: O como un demonio...

Sebastian: Jaja. Un lindo demonio... -Lo abrazó por detrás mientras se reflejaban juntos en el espejo- Por fin nos vamos a casar, ¿no sientes que esto es como un sueño?

Ciel: Sí... parece un sueño. -Respondió con alegría, pero luego su tono se tornó un poco triste- Solo... desearía que las cosas fueran diferentes. Que mi padre lo hubiera aceptado y aunque no hubiera venido a la ceremonia, eso habría sido suficiente para mí.

Sebastian: No pienses en eso ahora, no en un momento como este. -Dijo, girándolo para que lo mirara- Vamos, sonríe... me encanta verte así.

El chico se sintió momentáneamente triste al recordar a su padre, pero las palabras de amor del hombre al que amaba le cambiaron el ánimo por completo.

Sonrió.

Sebastian: Así me gusta más. Estás hermoso. -Le elogió, atrayéndolo de nuevo hacia él, pero esta vez para darle un beso.

Ciel: Mmm, Sebastian... -Logró separarse, deteniendo el beso que amenazaba con intensificarse- No deberíamos...

Sebastian: ¿Por qué no? Prácticamente ya somos esposos. -Dijo con voz melosa mientras se escondía en su cuello y le daba besos tiernos.

Ciel: L- La ceremonia está a punto de comenzar.

Sebastian: Aún tenemos un poco de tiempo. Vamos, Ciel... solo serán 5 minutos. -Insistió con ternura tratando de convencer a su joven esposo.

Ciel: Está bien. -Aceptó, haciendo feliz a su amado- Pero solo 5 minutos y no te excedas, no quiero que manches mi traje.

Sebastian: Como quieras, querido.

Sus labios se unieron de nuevo, esta vez profundizando el beso.

Los minutos pasaron y todo estaba listo abajo para la ceremonia, faltaba solo un pequeño detalle: Los novios.

Ciel: ¡Ah! ¡Sebastian, debemos parar! -Dijo con dificultad, siendo envuelto por la pasión desenfrenada de su futuro esposo.

Sebastian: Solo un poco más, estoy a punto de venirme. -Respondió, agarrando con más fuerza las caderas de Ciel para aumentar el placer que le brindaba.

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