El mayor seguía consolando a su amado, pero al estar de espaldas no se percató de que alguien se acercaba por detrás con un florero en la mano.
Ciel: Sebastian...
Ciel intentó advertirle sobre el ataque, pero fue demasiado tarde. El florero se estrelló con fuerza en la cabeza del mayor, nublando su mirada y casi haciéndolo perder la consciencia. A punto de caer sobre el más joven, el mayor logró detenerse a duras penas antes de aplastarlo.
Utilizando sus últimas fuerzas, evitó caer encima de Ciel y protegerlo con su propio cuerpo.
Joker: ¡Vaya,vaya! Veo que tienes mucha resístencia aún, Sebastian. -Espetó con burla, aquel hombre que había atacado a traición- Me pregunto, ¿Cuánto más podrás aguantar?
Ante esto último, aquel hombre comenzó a golpear con fiereza al azabache, quien utilizaba la poca consciencia que le quedaba y su propio cuerpo para proteger de los golpes al menor.
Joker: ¿Qué sucede? ¿Acaso, ya no puedes levantarte? -Preguntó irónico y con burla, propinandole varias patadas más a las costillas del moribundo hombre- Si sigues así, terminaré por matarte y no servirá de nada el haber protegido a ese niño arriesgando tu propia vida.
El hombre tenía razón, y tanto Sebastian como Ciel estaban de acuerdo en ello. Si la situación continuaba de esa manera, era probable que el cuerpo de Sebastian cediera en cualquier momento. A pesar de que Ciel le pedía a Sebastian que no lo protegiera, este seguía haciéndolo sin importarle nada.
Ambos comprendieron que todo estaba perdido.
-¡Oye!
Joker frunció el ceño al escuchar la voz de un nuevo individuo en la habitación. Se giró para ver a aquel hombre de cabellos rubios, desconcertado por su presencia.
Joker: ¿Quién demonios eres tu?
-¿Yo? Realmente me sorprende que no lo sepas, pero te lo diré... -Declamó el hombre rubio con tono misterioso, mientras apagaba su cigarrillo- Soy Bard, el cocinero.
Joker: ¿El cocinero? -frunció el ceño ante la mediocre revelación- Escucha, amigo, no estorbes y vete de aquí. De lo contrario, encontrarás problemas. -Amenazó, tratando de deshacerse del individuo.
Inexplicablemente, el hombre soltó una risita mientras respondía con calma:
Bard: Jejeje, eso es precisamente lo que no quiero. -Lo miró con determinación y burla- Mira, hagamos algo, ¿sí? Te dejaré salir de esta casa con vida, junto con tus camaradas, a cambio, prometes no volver a pisar este lugar nunca más. ¿Qué dices? Es un buen trato, ¿no crees?
Joker no pudo contener su sorpresa ante la actitud desafiante del hombre y solo lo miró perplejo y confuso.
Joker: ¿De qué estás hablando? ¿Acaso quieres morir? -Preguntó con tono amenazante.
Bard, con una sonrisa amigable, respondió de manera enigmática:
Bard: Es curioso, me hago la misma pregunta. Esta es tu última oportunidad, ¿qué decides?
El hombre misterioso se acercó lentamente a Joker, emanando dominancia. Sin rodeos, le agarró el hombro con fuerza.
Joker: Te aconsejo que desaparezcas antes de que ocurra algo malo -Advirtió.
Bard: Error.
Ante la respuesta desafiante de Joker, Bard cambió su expresión amigable y le propinó un fuerte golpe en el estómago, dejándolo casi sin aliento.
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Solo Mio
RandomEnamorarse, es una hermosa etapa en la vida de cualquier persona, que se disfruta mucho más en la adolescencia. Sin embargo, este no parecía ser el caso para Sebastian Michaelis, un hombre de 27 años, sirviente (Mayordomo) de la mansión Phantomhive...