Las horas pasaron y todo parecía volver a la normalidad. Ciel se despertó confundido por el repentino dolor de cabeza y su regreso a su habitación.
Ciel: ¿Uh? ¿Dónde estoy? ¿Y, cómo fue que llegué aquí?
Tanaka: Joven amo... -Se acercó rápidamente para ayudarlo- ¿Se encuentra usted bien?
Ciel: Lo estoy, Tanaka. Pero, ¿qué fue lo que sucedió?
Tanaka: ¿No lo recuerda? Acaba de sufrir un ataque de asma, y producto de ello, se desmayó. Lo traje inmediatamente aquí.
Ciel: Ack... -Se quejaba fuertemente, ante el dolor que no daba tregüa en él.
Tanaka: Cálmese. Debe ser producto del medicamento, pero pronto dejará de dolerle.
Ciel: ¡Agh! ¿Dónde están los demás?
Tanaka: Cumpliendo con sus labores como debe ser. -Respondió con mucha simpleza y seguridad.
Ciel: ¿Y Sebastian? -Preguntó logrando hacer que el anciano recordara al fugitivo hombre.
Tanaka: Él renunció a la mansión, Joven amo. Sebastian, no es más un mayordomo de Phantomhive.
Por segunda vez, esa frase hacía gran eco en la cabeza Ciel quien parecía estar a punto de reaccionar como la última vez. Afortunadamente, el joven notó su error y decidió disimularlo.
Ciel: Eso... eso no es lo que quiero saber. Lo que quiero saber es, ¿por qué renunció al puesto? ¿Acaso, sabes algo Tanaka?
Tanaka: En lo absoluto, señorito. De haberlo sabido, se lo hubiera dicho.
Ciel: Entiendo. -Suspiró levemente.
Ciel parecía afligido por la partida de su mayordomo, pero logró disimularlo. Tal vez no lo había ocultado bien al principio, pero tampoco levantó sospechas.
Tanaka: Joven amo, el doctor ha recomendado que descanse después de tomar su medicina. Debería aprovechar para recuperarse y dejar de preocuparse por asuntos que no le conciernen en este momento.
Ciel: Tienes razón, Tanaka. No debería darle tanta importancia. -Suspiró, tratando de restarle peso al asunto.
Tanaka: Me alegra que esté de acuerdo. Ahora, si me disculpa, debo ver cómo está Baldroy con la...
Ciel: Espera... -Lo detuvo abruptamente- ¿Podrías prestarme tu celular? Necesito llamar a mi padre.
Tanaka: ¿A su padre? Pero el Amo Vincent vendrá pronto. Ya se le ha informado sobre la situación.
Ciel: No dudo que así haya sido, pero quisiera asegurarme de que vendrá, así que... -Extendió la mano para pedir el teléfono, y Tanaka comprendió su solicitud- Gracias.
Sin más, el hombre se alejó de aquel lugar, dándole al joven la oportunidad de hablar a solas con su padre. Sin embargo, la pequeña carisma que caracterizaba al chico desapareció por completo en cuanto el hombre se marchó, dejando tras de sí una expresión sombría y fría.
Rápidamente, el joven empezó a buscar entre los contactos del hombre y encontró uno en particular: Sebastian hijo❤. Marcó aquel número y comenzó a llamar. Lamentablemente para Ciel, el hombre nunca respondió ninguna de sus llamadas, lo que le hizo entrar en pánico de inmediato y lanzar el celular al suelo con una furia avasalladora.
Ciel: ¡Maldita sea, Sebastian! ¿Por qué diablos no contestas?
En ese momento, Ciel pudo escuchar unos pasos apresurados acercándose a su habitación, por lo que decidió actuar rápidamente.
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Solo Mio
RandomEnamorarse, es una hermosa etapa en la vida de cualquier persona, que se disfruta mucho más en la adolescencia. Sin embargo, este no parecía ser el caso para Sebastian Michaelis, un hombre de 27 años, sirviente (Mayordomo) de la mansión Phantomhive...