Antes de todo, les pido una disculpa por el restraso del capitulo. 😓 Hubo un inconveniente con el Internet, pero con suerte espero que no vuelva a suceder.
Ahora sí, aquí se los dejo.
Disfrutenlo😊
Me cuentan que les pareció👋• • •
En ese momento, la sorpresa, la alegría y la confusión que sentía hacían que las palabras que tanto quería decirle se quedaran atascadas.
Ciel: ¿En serio? -preguntó incrédulo- ¿Volveremos a casa?
Sebastian: Exactamente. Tú y yo nos iremos de este lugar nuevamente, y en esta ocasión no habrá necesidad de regresar.
Ciel: ¿En serio estás diciendo eso, Sebastian? -preguntó visiblemente contento por la noticia, pero pronto su expresión se volvió sombría- Pero... ¿Cómo planeas hacerlo? Mi padre no tiene intenciones de irse pronto y sospecho que estará vigilándonos de cerca.
Sebastian: No te pongas así, ¿acaso no confías en mí? -le acarició suavemente el mentón.
Ciel: Confío en ti, pero me gustaría que me expliques lo que estás planeando. -Le pidió amablemente, haciendo un pequeño puchero con los labios.
Sebastian no pudo resistirse al impulso y tomó suavemente a Ciel de la nuca, atrayéndolo hacia él. No buscaba besarle, sino morder con suavidad sus labios, dejando una marca distintiva.
Sebastian: Mañana te daré todos los detalles, por ahora es mejor que descanses. -Lo ayudó a acostarse otra vez y lo abrazó- Descansa, mi querido gatito.
Sin más, el joven se dejó llevar por un sueño profundo y anhelado. Mientras se relajaba con el suave latir del corazón de aquel hombre junto a él.
Finalmente, se durmió.
• • •
La mañana llegó temprano, los rayos de sol se filtraron en la habitación cuando aquel hombre de cabello azabache y atractiva presencia apartó las cortinas.
Sebastian: Es hora de despertar, Joven Amo. -Le susurró con suavidad al joven, quien se quejaba entre las sábanas e ignoraba su llamado para levantarse- Vamos, es importante que se levante o se atrasará con las tareas de hoy.
Ciel: ¡Ugh! No quiero... -Se quejó con un tono infantil, aferrándose aún más a las cálidas sábanas que lo envolvían.
Sebastian: Vamos, es necesario que se levante. -Dijo mientras le quitaba las sábanas de encima, logrando que se levantara, aunque con cierto enfado, pero finalmente obedeció.
Ciel: ¡Sebastian! -Exclamó con desagrado por su acción, pero su tono volvió a bajar y ahora, se vio tímido- ¿Por qué no puedes dejarme descansar un poco más?
Sebastian: Porque debes despertar temprano. Así es como se empieza el día.
Ciel: Pero aún tengo sueño...
El hombre sonrió para sí al ver lo dulce que se veía aquel joven en su cama, con su pijama celeste, sus ojos somnolientos y su cabello ligeramente despeinado. Era simplemente adorable.
Sebastian: Joven Amo, si me permite...
Sin esperar respuesta, Sebatian se aproximó al joven y se sentó a su lado. Con delicadeza, acarició su rostro y les ofreció un suave beso en los labios. No hubo reacción por parte de ninguno de los dos, pero fue un gesto que reflejaba amor.
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Solo Mio
Ngẫu nhiênEnamorarse, es una hermosa etapa en la vida de cualquier persona, que se disfruta mucho más en la adolescencia. Sin embargo, este no parecía ser el caso para Sebastian Michaelis, un hombre de 27 años, sirviente (Mayordomo) de la mansión Phantomhive...