Capitulo 21

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POV. Ciel

Los días pasaron mucho más rápido de lo esperado y Sebastian pudo recuperarse por completo y sin ninguna marca, salvo por un par de moretones en su cuerpo debido a los fuertes golpes que había recibido.

A pesar de haberle preguntado en repetidas ocasiones sobre lo sucedido, hasta ahora no ha tenido tiempo de responderme de manera concreta. Es posible que se sienta avergonzado por lo ocurrido y no quiera que sienta lástima por él. Sin embargo, lo que él no sabe es que no siento lástima, sino alegría. Me llena de felicidad tenerlo aquí a mi lado y saber que está bien ahora.

Bueno, casi es hora de cenar. Solo necesito ir a la sala a avisarle.

Me dirigí hacia la sala y ahí estaba, exactamente como me lo imaginaba, sentado en el sofá y viendo televisión. Parecía muy concentrado en lo que estaba viendo.

Ciel: La cena está lista. -Le dije, a lo que interrumpió su concentración para voltear a mirarme y sonreír.

Sebastian: Ven aquí un momento, Ciel. -Me pidió amablemente y solo obedecí.

Un par de pasos y ya, me encontraba frente a él.

Sebastian gentilmente me tomó de la mano y me ayudó a sentarme sobre sus piernas, manteniendo las mías a los costados.

Sebastian: Así está bien.

Ciel: Me intriga, ¿qué es lo que pasa? -Pregunté con nerviosismo al notar su mirada fija en mí.

Sebastian: No tengo ningún motivo en particular. Solo quería apreciarte y maravillarme con tu belleza. -Respondió con sutileza y cierto brillo en sus ojos.

Ciel: De acuerdo entonces. La cena está lista. -Dije, intentando levantarme, pero sus manos en mis caderas me impidieron hacerlo y me devolvieron a su lado.

Sebastian: Da la impresión de que estás tratando de escapar de mi presencia. ¿Acaso ya no deseas que te admire de esta manera?

Ciel: No. No es eso. -Negué inmediatamente sus suposiciones erróneas- Solo que la comida está lista y se enfriará si no vamos.

Por segunda vez, intenté levantarme de encima de él, pero volvió a detenerme.

Sebastian: ¿Qué más da si se enfría? Podemos calentarla después. -Susurró mientras se escondía en mi cuello- En este momento, lo único de lo que tengo hambre es de ti...

Esa fue su manera de indicarme que empezara a repartir besos y suaves mordidas por mi cuello, provocándome cosquillas con cada movimiento. En lugar de detenerlo, decidí colocar mi mano detrás de su nuca para atraerlo más hacia mí y darle aún más libertad para seguir.

Ciel: Pareces un niño. Siempre estás ansioso por obtener algo de mí, Sebastian.

Sebastian: Estoy constantemente atraído hacia lo que tienes, Ciel. Eres el único que posee lo que deseo. Cabe destacar que has invertido tus "deseos" en vano. Me he recuperado y he vuelto a tomar el control.

Ciel: Lo sé... -Dije- Y eso me agrada.

Lo besé.

Sebastian me besa con una mezcla de suavidad y pasión que me hace perder el control. Sus labios se vuelven cada vez más intensos y nuestras caricias se vuelven más atrevidas. Su deseo se hace evidente, pero no quiero alejarme de él. La conexión entre nosotros es irresistible y no puedo resistirme a seguir adelante.

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