Daemon se encontró con la sorpresa de que Naerya estaba tocando su puerta acompañada de una dama que no conocía.
—¿Nos permites pasar? —
—Por supuesto que sí. —le sonrió a ambas.— Desconozco a tu acompañante. —
—Nymeria Sand, mi nueva dama de compañía por orden de la reina. —
—Una dorniense no me suena a una buena dama de compañía si tu madre esperaba encausarte. —
—Pensó que cualquier otra dama se espantaria por mi estilo de vida y podría escabullirme fácilmente de ella. —
—¿No pensó que te la terminarías cogiendo o hasta participando con ella en un trio? —
—Esas cosas no pasan por su inocente cabeza. —mencionó sentándose en la cama junto a su acompañante. Él rio.
—¿A qué se debe la grata visita? —
—No para un trío, o al menos no hoy. —sonrió divertida.— Han pasado dos días y aún no te has disculpado, no tengo mucha paciencia así que vine a hacerte más fácil el trabajo. —
—¿Y por qué debería disculparme? —tomó una silla y la dejó frente a ellas para sentarse.
—Quizás por hacer que mi vestido se manche de sangre. —
—O por casi arruinar su boda. —agregó la de cabello negro.
—Te manchaste sola de sangre, por lo segundo podría aceptar algo de culpa. —
—Me corte por tu culpa. —
—Te cortaste por ser demasiado estúpida. —
—Pusiste la punta de tu espada en mi garganta, Daemon. —
—No iba a hacerte daño. —
—Ese fue el problema, confíe en ti, sabía que no ibas a hacerlo, por eso olvidé todo sentido común. —
El sonrió por eso de manera genuina.— Supongo que no te bastarán unas simples disculpas. —
—Claro que no. —
—¿Y qué podría hacer para que la princesa me perdone? —
—Si te lo dijera sería muy fácil, suficiente hice con venir aquí aún cuando mi tobillo duele. —
—Cuánta benevolencia. —dijo con sarcasmo, se levantó y se acercó a ella tomando su rostro con una de sus manos, por la diferencia de altura a ambos le recordó lo del otro día y los hizo estremecerse.
—No es común en mí, pero ya ves, a veces hago excepciones contigo. —
Él la empujó para que su espalda chocará contra el colchón y se pusó encima para besarla, al par poco le interesaba la presencia de la dorniense y claro que a ella no le molestaba aquel acto. Cuándo Naerya quiso pasar su mano por la espalda de él se quejó de dolor.
—Deja tus manos quietas. —musitó tomando con una sola mano sus dos muñecas y dejándolas aprisionandolas sobre el colchón arriba de la cabeza de ella.
Ver el rostro sonrojado de su sobrina le hizo latir demasiado rápido el corazón, no era la primera vez que la veía así ¿por qué ahora se sentía así? Tal vez porque ahora era consciente de lo que ella provocaba en él. Y le molestaba sentirse así, apretó con fuerzas su agarré mientras miraba los ojos de la joven, ella estaba totalmente a su merced, sumisa ante él. Quería ahogarse en ella como a la vez quería apartarla de si mismo.
—No es que quisiera interrumpirlos pero Aemond no tardará mucho en volver a sus aposentos. —musitó Nymeria.
Daemon sintió alivió porque sus emociones eran un caos y no sabía que hacer. Soltó a su sobrina y se levantó, ella hizo lo mismo, estaba molesta por la interrupción pero al fin y al cabo para eso estaba su dama de compañía, para que ella hiciese lo que pueda sin meterse en más problemas.

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Amor o Deseo
FanfictionNaerya es la hija mayor del matrimonio de Alicent Hightower y del Rey Viserys I. Muchos consideran que su belleza solo se ve opacada por su poco tacto, su carácter fuerte y su malcriadez. Ella es amante del juego de seducción y poco creyente del amo...