Habían vuelto hace solo unas pocas horas a la Fortaleza Roja cuando Daeron entró a los aposentos de su hermana.
—¿Se puede saber que haces? —ella reclamó.
—¿En serio pretendes ir tú a pedir un té de luna? —
—No me refiero a eso, sabes que todos entran a mis aposentos sin tocar, no quiero que luego se maten tú y nuestros hermanos aquí mismo. —lo tomó del rostro analizandolo.— Mira como has terminado ya. —la joven estaba distraída viendo cada herida en su rostro cuando él comenzó a besarla con rudeza.
—Te dije que aquí no. —se separó de sus labios.
—Te esperare en mis aposentos. —ni siquiera la miró antes de irse aparentemente molesto, pero no con ella sino con el mismo.
—Qué impaciente. —se quejó después que se fue, se lo hubiera dicho en la cara pero ya se había marchando.
Ella realmente se tomó su tiempo en salir e ir a buscarlo, por suerte no se cruzó casi a nadie en el camino, pero entró algo rápido cuando llego a su cuarto por miedo a que alguien la viera y fuera a decirle a su madre.
Él la tomó del rostro y comenzó a besarla apenas la vio, era demandante e intenso pero ahora no era brusco, ella correspondio mientras comenzaba a deshacerse de la ropa que él traía puesta. Apenas se deshicieron de las prendas fueron a la cama, esta vez Daeron se aseguró que ella estuviera encima de él, mientras se besaban se acomodo en su intimidad y comenzó a penetrarla, de manera algo brusca pero dándole tiempo a ella a adaptarse al dolor ya que no había esperado mucho a que estuviese lo suficiente mojada como para que sea más accesible. Aquella posición no le gustaba mucho a la joven pero no se había quejado, experimentar nunca había sido algo que le molestara. Se sentía demasiado expuesta así que se inclinó y escondió su rostro en el hombro de él, este la tomó del rostro y la obligo a verlo, su rostro estaba sonrojado y aunque se notaba que sentía placer su rostro denotaba también vergüenza, quizá por la posición o por qué aquella vez no lo estaban haciendo tan desenfrenadamente cómo la otra vez.
La puerta de abrió de golpe y la princesa hubiera preferido que fueran uno de sus hermanos, pero no, quién era el responsable de interrumpirlos era sir Cole.
—Principe el rey lo solicita en sus aposentos. —anunció agachando la cabeza para no incomodar a la princesa.— Lo esperaré afuera. —aclaró antes de salir del cuarto.
Naerya ni siquiera espero que Daeron dijera algo, totalmente avergonzada se bajó de encima suyo y comenzó a vestirse, vió entonces el té de luna en la mesa, lo reconocía porque no solía estar servido en las tazas comunes, eso era raro, pensó que esperaría a que lo hicieran para pedirlo, no antes, pero bueno, aprovecharía eso, antes de terminar de cambiarse se lo bebió todo.
—Haces trampa, yo no llegue a terminar. —se quejó el menor.
—No es mi culpa. —se excusó ella y ahora sí, ya vestida salió de sus aposentos.
Aún seguía avergonzada y es que no tenía problema que la vean desnuda o hasta teniendo sexo pero cuando ella lo quería, cuando era de sorpresa le daba toda esa vergüenza descontrolada, sin contar que ya la posición la tenía un poco incómoda.
—Princesa. —la detuvo el caballero.— El príncipe sabía que vendría a buscarlo, él fue quién pidió al rey hablar de una propuesta de compromiso. —confesó en voz baja antes de dejarla ir.
Lo había hecho a propósito, por eso estaba tan ansioso cuando ella llegó, pero había estado dispuesto a hacerlo en el cuarto de ella ¿Había planeado algo tan rápido? ¿o simplemente aprovecho la circunstancias para salir más beneficiado? Por eso ya había un té de luna y lo más seguro es que ahora, con sir Cole como testigo, fuera a decirle a su padre de casarse con ella, o eso llegaba asumir porque sino no encontraba sentido en lo que había hecho ¿Eso era lo que tramaba desde que le mandó la carta? ¿Por qué casarse con ella? Bueno, siempre decía que ella era realmente bella y que cualquiera sentiría envidia de él por estar con ella ¿Era eso? No lo sabía pero lo que si sabía es que estaba furiosa de que la hubiera usado así y jugado con ella.

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Amor o Deseo
FanfictionNaerya es la hija mayor del matrimonio de Alicent Hightower y del Rey Viserys I. Muchos consideran que su belleza solo se ve opacada por su poco tacto, su carácter fuerte y su malcriadez. Ella es amante del juego de seducción y poco creyente del amo...