Aemond se estaba por levantar cuando los primeros rayos del sol entraron por la ventana, pero al intentar siquiera sentarse Naerya se había aferrado con fuerzas a él.
—Es temprano. —susurró ella.
—Suelo ir a entrenar a éstas horas. —
—Hoy no vayas. —
No esperaba eso para nada, pero obedeció sin rechistar porque la verdad eso lo hacía feliz. De un momento a otro ella ya no se acurrucaba tanto a él sino que más bien se apretaba contra él, estaban acostados de lado pero frente a frente, ella había subido su pierna sobre la de él y sus intimidades se rozaban demasiado, Aemond le había puesto la mano en la espalda mientras la acariciaba y poco a poco iba bajando.
—Si sigues así... —
—¿Qué? Vas a notar que no tienes que pedirme permiso para hacerlo. —ella movió la cabeza para poder verlo y sonrió.
Entonces él se acercó para besarla y sus caricias dejaron de ser inocentes, ambos comenzaron a acariciar al otro con deseo y sus lenguas jugaban en su boca, el príncipe pusó sus manos en el culo de ella y la obligaba a acercarse lo más posible a él. Y eso hubiera sido una buena manera de empezar la mañana hasta que la reina dió un portazo y los interrumpió.
—¡¿Estás loca, madre?! —la princesa tomó las sábanas y se aseguró de estar tapada hasta el cuello, su cara estaba totalmente roja.
—¡Por los dioses! ¡¿Que hacen?! —
—Sabes lo que hacemos, ¿puedes retirarte? —Aemond estaba calmado mientras acomodaba la sábana para taparse hasta la cadera.
—¡Te dejé en claro que esperaras hasta el casamiento! —
—¿Qué diferencia hay entre hacerlo ahora o dentro de una luna? Es lo mismo. Ire a hablar contigo más tarde si eso quieres, pero ahora retirate porque tu presencia no cambiará el hecho que ya tuvimos sexo. —
—¡Qué atrevimiento el de ustedes dos! —
La reina dió tan solo un paso hacia ellos y Aemond sin dudarlo pusó su mano en el hombro de su hermana atrayendola hacia su pecho para protegerla.
—¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima! —bramó el tuerto.
Alicent quedó perpleja, en su vida recordaba que su hijo le haya levantado así la voz.
—Hablaré con su padre sobre ésto. —bramó la reina antes de irse.
Sus hijos estaban descontrolados, con su edad era difícil que la fuerza bruta funcionará, antes ellos obedecían y ninguno le hubiera levantado siquiera la voz y eso le dejaba ocupar su lugar de dominio aún siendo más baja y débil que ellos. Tampoco podía hacer lo que quisiera con ellos porque aunque ella fuera la reina, sus hijos también lo eran del rey, y aunque él no los defendiera de Rhaenyra o sus hijos, era claro que si los defendería de su propia mano.
—Tienes que ponerle un alto a Naerya y a Aemond. —declaró cuándo encontró a su esposo.
—¿Se puede saber que hicieron para que estés así de alterada? —
—Sir Cole dice que pasaron la noche juntos y ésta mañana estaban en la misma cama. —
—Quisieron apurar su casamiento y estaba más que claro que era por eso, Naerya perdió ya su inocencia y estoy seguro que Aemond ha pasado por más camas de las que tú crees. Es natural que lo quieran.—
—¡Deberían esperar a estar casados! —
—Nosotros no esperamos, ¿debería recordártelo? —
—No es lo mismo. —la cara de Alicent estaba roja.

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Amor o Deseo
FanfictionNaerya es la hija mayor del matrimonio de Alicent Hightower y del Rey Viserys I. Muchos consideran que su belleza solo se ve opacada por su poco tacto, su carácter fuerte y su malcriadez. Ella es amante del juego de seducción y poco creyente del amo...