EL JUICIO DE LEX LUTHOR

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"Que los cobardes se aparten y quiten sus pies de este lugar, pues están profanando el Panteón de la Historia, destinado a los verdaderos héroes y no a los hombres sin visión".

-Adolf Hitler


Metrópolis, Corte Suprema de Justicia

El juicio llegaba a su fin. Los alegatos habían sido escuchados, las pruebas expuestas. La fiscalía había hablado. Ahora tan solo quedaba que el jurado diera su veredicto y que el juez fijara la sentencia.

Sentado entre el público presente, Jack Ryder asistía al proceso en calidad de periodista enviado por el Gotham Gazzete. En realidad, quien debía estar allí en ese momento era Vicky Vale. Pero ella había muerto la batalla de Gotham City unas semanas atrás y ahora al que le tocaba la noticia era a él.

Jack había conocido brevemente a Superman. Una vez evito que un poste de luz se le cayera encima cuando andaba por Boston. Eso le bastó para saber que era un hombre excelente, que no se merecía para nada el trágico final que tuvo. Aunque, para ser justos, nadie en Metrópolis se merecía lo ocurrido, cuando aquel monstruo horrible creado por Lex Luthor y la criatura que llego de la nave empezaron a arrasar con toda la ciudad.

Durante el ataque de las bestias, muchas personas habían perdido la vida. Ese día también murió el héroe más grande que el mundo hubiera conocido. El combatió a los monstruos en persona y dio su vida para detenerlos.

No habían pasado muchas semanas de aquel suceso y todavía el mundo lloraba la perdida de Superman.

Jack suspiró. Miró al tipo calvo sentado frente al estrado. Llevaba puesto un traje de presidiario color naranja y dos policías uniformados montaban guardia a su lado. Afuera del edificio de la Corte Suprema llegaban los gritos de la multitud reunida, una multitud enfurecida, con carteles en las manos y que clamaban por una sola cosa: JUSTICIA.

Aquél había sido el juicio a Lex Luthor. Estaba acusado de la conspiración para tomar el control de la energía mundial, mas aquellas vidas que Doomsday y Bizarro apagaron en su paso por Metrópolis. Pero, principalmente, estaba acusado del crimen más aberrante de todos los tiempos: la muerte de Superman.

-Orden en la sala – pidió el juez, haciendo sonar su martillo. Jack y los demás asistentes al proceso escucharon en silencio. Era hora de la verdad – Antes de que el jurado pronuncie su veredicto, quisiera decir un par de palabras...

El juez hizo una pausa. Se aclaró la garganta y miró con severidad a Luthor. El joven empresario multimillonario caído ahora en desgracia, le devolvió la mirada, inexpresivo. En opinión de Jack, aburrido, hostigado de tanta fanfarronería.

-Atila el Huno... Genghis Khan... Al Capone – recitó el juez – Adolf Hitler... todos estos sujetos infames y despreciables. Gente maléfica. Verdaderos villanos de la historia. Tristemente, no han sido los primeros ni serán los últimos. Y ahora, tenemos que sumarle a esa lista un nuevo nombre... el suyo, Alexander Joseph Luthor – El juez hizo otra pausa. La sala permaneció en silencio, a la expectativa – Sus locas maquinaciones han puesto en peligro las vidas de todas las personas de este planeta. Mi pésame por las vidas que sus monstruosas creaciones cegaron en su primera y única aparición en este mundo, entre las que se encuentra el héroe más grande de todos. Me estoy refiriendo a ese símbolo de paz y justicia que era Superman... una persona única e intachable, un hombre noble e inigualable, pese a no haber nacido en nuestro planeta – El juez hizo su tercera y última pausa, antes de proseguir – ¿Tiene algo que decir, antes de que este tribunal le comunique su veredicto final?

Silencio. Luthor puso cara de cínico y se puso de pie. Observó primero a todos los presentes en la sala y luego al juez... y habló.

-Terminemos con esta farsa – dijo Luthor – Enciérreme de una vez, viejo senil y apestoso.

Justice League: El Régimen OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora