Justice League: El Régimen Omega

LA REINA DE LAS AMAZONAS

El mar de la isla de Themyscira se teñía de rojo por el destello del enorme disco del sol que iba cayendo en el horizonte. Ahí se celebraba un extraño rito. Mujeres encapuchadas portaban antorchas encendidas, y con ellos iban un héroe del planeta Marte, el último hijo de Krypton, el rey de Atlantis que ahora pactaba una alianza con las amazonas, y Diana Prince, la campeona de la isla.

Estaban llevando a cabo los funerales de la reina Hippolyta, que había caído en combate en la Fortaleza de la Soledad. Estaba envuelta en un manto púrpura. La sacerdotisa de la isla presidía las oraciones fúnebres. Bendijo solemnemente el alargado bulto que contenía los restos de la reina. Y luego volteo a mirar a alguien en espera de una instrucción.

Diana, pálida, inexpresiva, comiéndose su dolor sin reflejarlo, con la mirada brillante, levantó su rostro orgulloso para luego asentir con la cabeza. Cumpliendo con los antiguos funerales, Diana tomo una antorcha y le prendió fuego a la pira funeraria.

Después, la amazona Artemys hizo que Diana se arrodillara frente a ella, y le coloco firmemente la corona de su madre.

Se levantó como Diana de Themyscira, la nueva reina de las amazonas.

En el horizonte, el disco del sol, como si presintiera que aquel ritual había concluido, terminó finalmente por desaparecer para ceder paso a la noche.

Aunque para Diana, la oscuridad había terminado, dando paso a una nueva era de paz y de cambios.

Seis meses después del sacrificio de Bruce Wayne, Metropolis se iluminó con el resplandor de los fuegos artificiales en el momento en el que el sol comenzó a ponerse. Multitudes masivas se reunieron en el parque principal para ver la exhibición de fuegos artificiales mientras otros observaban desde los tejados de sus casas y desde sus habitaciones de hotel. En ese momento, el reportero Jack Ryder del nuevo Gotham News se dirigió al noticiero para dar un informe sobre la celebración, y esta noche, tenía algo extraordinariamente especial para presentar al público las circunstancias de los eventos recientes.

-¡Les habla Jack Ryder en vivo desde el Salón de la Justicia de los Héroes, para todo el mundo! – él estaba diciendo – Esta noche, nosotros y nuestros amigos y rivales tenemos una nueva ocasión para agradecer... para celebrar: nuestra independencia del Régimen de Luthor y de las fuerzas Apokoliptianas... ¡Gracias a los valientes héroes de la Justice League, quienes nos animaron a todos a trabajar juntos para liberar a nuestro mundo!

Mientras Ryder hablaba, la gente que asistió y los televidentes miraron hacia el cielo despejado e iluminado por la luna, y vieron a sus campeones acercarse desde el aire, algunos volando por sus propios medios y otros con la ayuda de otros. Superman lideraba el grupo, seguido de cerca por Wonder Woman que venía acompañada por las amazonas Eubea y Artemys, al igual que Detective Marciano, mientras que Starfire y Aquaman junto con su guardia de honor atlanteana llegaban por tierra y se paraban en el podio.

Zatanna apareció a continuación en un disco de luz místico con Papa Midnite tomándolo del brazo.

Participaron en la celebración y todos pudieron sentir el peso de su deber como guardianes de la paz. Esta fue una ocasión en muchos años donde pudieron sentirse felices de que su trabajo por el bienestar de la sociedad hubiera dado sus frutos en este momento de paz.

Mientras que la mayoría de la Justice League y los ex soldados de la Resistencia se mezclaron con los otros invitados, Superman y Wonder Woman se apartaron para conversar tranquilamente.

-A menudo es cuando sentimos que el mundo pesa sobre nuestros hombros – dijo Diana, muy pensativamente – Pero cuando se restablece la paz al final de cualquier batalla, es reconfortante saber que nuestro trabajo significa algo.

-Admito que hay momentos en los que me pregunto si realmente vale la pena esto – dijo Superman con algo de tristeza – Veo que el mal y la oscuridad continúan plantándose contra lo que es bueno en el mundo. Pero si todo en este mundo pasa en un momento a otro, eso significa que incluso la oscuridad debe de pasar la página. Sabiendo que el bien triunfará en el último momento. Eso es lo que me mantiene luchando... porque espero ese día, y la esperanza nunca muere – pero, en ese instante, Clark aparto la mirada de Diana, y suspiro – ¿Sabes? Esta victoria le pertenece a Bruce. Él fue quien desde un principio lucho contra la ocupación, y tuvo que dar su vida para asegurar la victoria. No pudo ver realizados a quienes le importaban. No pudo vivir libre de todo lo que le aprisionaba...

-Nos faltan bastantes. Algunos hicieron más que nosotros, como Bruce, Barry, mi madre... y a pesar de todas las cosas, Slade también – comento Diana, algo triste – No sé nada de Hal Jordan, y Barbara, Dick, Selina y Jason no quisieron venir.

-Es la Gotham City que llevan dentro – comento Clark, nostálgico por sus recuerdos con Bruce y lo que significaba ser un vigilante – No están orgullosos de quienes son, pero lo aceptan y portan sus máscaras con valor. Y en cuanto a Hal no te preocupes. Sé qué hará lo correcto.

-Nunca me aferré a esa esperanza con tanta fuerza como tú, Clark. Pero escucharte explicarme esas cosas hace pensar que vale la pena. Haremos bien en adoptar esa filosofía para el futuro. Y la defenderemos por el bien de la gente en todas las partes.

Con eso en mente, Superman y Wonder Woman se acercaron a la multitud para disfrutar de la celebración. Su batalla por la libertad de la Tierra había sido costosa, pero su dedicación a proteger la libertad y lo que era correcto no había disminuido. Más aún, su voluntad de defender el bien había conmovido las mentes y los corazones de millones de personas en todo el mundo, y con esa disposición llegó la esperanza de un nuevo tiempo de paz.

En el monumento a los caídos dentro del salón de la Justicia, Diana había colocado las fotos de las personas que habían muerto a lo largo de los años en causa de la Resistencia.

En particular, Diana había colocado un Batarang, el casco de Flash y una placas del ejercito con las letras grabadas "S. Wilson".

Era lo poco que los héroes caídos de la humanidad habían dejado en el mundo.

Tal vez con los años, se desvanecerían en las memorias de la gente.

Pero al igual que a Steve Trevor y a su madre, Diana nunca los olvidaría.