Reino de la Atlántida
El Rey Arthur nadó muy profundo, mucho más profundo de lo que cualquier ser humano normal podría nadar antes de ser aplastado por la presión del agua, congelado por el frío o ahogado. Obviamente, Arthur Curry no era un ser humano normal.
Tampoco era un atlante normal.
Nadó hacia lo profundo del palacio central de la Atlántida, donde en las afueras se encontraba una antigua estatua de uno de los reyes más grandes de la historia de la Atlántida: el Rey Atlan.
Su antepasado.
La estatua estaba libre de descomposición, libre de percebes o coral que plagaban la mayoría de las otras estructuras submarinas que se habían hundido a lo largo de los años desde la superficie.
Ya fuera por magia o alguna artesanía de lujo de sus escultores, Arthur no lo sabía, y realmente no le importaba.
Le molestaba todo lo que representaba esa estatua, un recordatorio constante de una herencia que había acabado con el cuándo tomo el trono al derrotar a Orm, su medio hermano.
Arthur podía sentir el acercamiento de algo a través del agua. No era grande como una ballena o un tiburón, ni pequeño como un pez. Nadó como un hombre.
Un atlante.
Arthur frunció el ceño. Tenía una buena idea de quién era exactamente y por qué estaba aquí.
Efectivamente, era un hombre atlante delgado, majestuoso, con armadura, rostro huesudo y anguloso de cabello largo nadó hacia él; llevando un tridente y otro juego de armadura atlante en sus manos.
Era Nudis Vulko, asesor de la familia real de Atlantis y uno de sus antiguos mentores.
((¡Rey que sería hombre! Hijo de padre humano y reina de los mares)) – saludó Vulko en el "discurso" telepático con el que todos los atlantes se comunicaban bajo el agua –
Solo la telepatía de Arthur se extendía a toda la vida marina. No sabía por qué, tal vez era su herencia real o su fisiología híbrida. Una vez más, a él realmente no le importaba.
((Todo el tiempo que perdí, tratando de cumplir la promesa que le hice a tu madre)) – continuó Vulko. Arthur no estaba de humor para ser reprendido por el viejo fósil –
((¿Terminaste, viejo?)) – gruñó el rey de Atlantis –
((Desde la muerte de la reina Mera, nunca duermes en el mismo lugar dos veces, pero sigues viniendo aquí)) – señaló Vulko –
((Me gusta)) – Arthur miró a su alrededor – ((Esta calmado))
((Es tu herencia. Eres el legítimo rey de la Atlántida)) – respondió Vulko – ((Nuestra gente sufre por los asedios de las máquinas de guerra del Régimen.))
((¿Acaso no he hecho todo lo que está en mi poder para sacarlos de nuestro mares)) – escupió Arthur – ((Todos lo que conocía han muerto en esta guerra.))
((¿Acaso te has aliado con tus "viejos amigos"?)) – preguntó Vulko – ((¿O tan siquiera los has contactado?))
((Ellos nunca fueron mis amigos)) – gruñó Arthur – ((¿Qué quieres, Vulko?))
((Los guardias cerca de los límites de la costa han estado desapareciendo)) – explicó Vulko – ((Inteligencia cree que se aproxima otro ataque con submarinos.))
((Que el ejército se ocupe de eso)) – Arthur contesto sin emoción en su labia –
((Pero tu eres el rey...)) – Vulko le recordó –
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Justice League: El Régimen Omega
FanficEl mal ha ganado. En el espacio, las Star Sapphires y los Green Lanterns han sido destruidos por los ejércitos de Apokolips. Y en la Tierra, Superman ha muerto. Convencido de que la Ecuación Anti-vida esta en la Tierra, Darkseid ha lanzado un brutal...