Londres estaba en la decadencia. En todas las direcciones en las que voltearan, los edificios estaban repletos de banderas con el símbolo Omega. El Támesis estaba contaminado con suciedad y los Parademons en conjunto con drones del Régimen patrullaban los cielos. Mientras tres de los secuaces alados de Darkseid volaban por las calles de Londres, pasaron por un pub en la esquina de la calle...
-¡Carajo! – Constantine gritó, rebuscando en botellas vacías de licor, mientras Jason Blood se sentaba al final de la barra, con una jarra de cerveza en sus manos –
-Este es el último del maldito Merlot. Vamos a los Ryes. Te digo, los Ryes tienen mucho whisky. Quiero decir, está lleno de ellos – John miró a Jason Blood, quien todavía no había levantado la cabeza –
-Todavía lloras en tu cerveza, ¿eh? – Constantine se burló – Bueno, come tu corazón.
-No puedo comerme el corazón si ya está aplastado – Jason Blood apenas susurró –
-Oh Templeton Rye, mi viejo amigo – Constantine sonrió, tomo una botella alta de whisky y empezó a beberla como si fuera agua –
La puerta del pub se abrió con un crujido y Lois Lane entró con un hombre con una chamarra verde y una chica con un traje negro ajustado. Lois vio a John bebiendo licor y también al hombre barbudo con una ceja levantada.
-¿Así que este era tu plan, Lois? – Selina puso una mirada de desaprobación – Lo siento si no confió en Constantine, pero los ebrios no me gustan.
-Lo necesitamos – contesto Lois volteándola a ver – Es el único que puede ayudarnos.
-Entonces estamos condenados – contesto Hal Jordan, haciendo una mueca. Lois no respondió y volteo hacia John –
-¡John Constantine! Me alegro de que te encontráramos – dijo ella –
-¡Váyanse a la mierda! – Constantine saltó por encima de la barra –Este es nuestro pub. De hecho, toda la calle es nuestra, así que puedes irte a la mierda.
-John, soy yo. Hal Jordan – El hombre se quitó la capucha de la chamarra, dejando al descubierto su rostro – Nos conocimos... – Hal corrigió sus palabras – Me conocías como Green Lantern.
Los ojos de John se abrieron por un momento y se acercó a Hal, inspeccionando su rostro.
-Maldito infierno, eres tu... – John sonrió – Pensé que te habían matado como a todas "las luces más brillantes"... Green Lantern.
John echó el puño hacia atrás y golpeó a Hal en la cara. A pesar de que le lastimó la mano, todavía envió a Hal volando de regreso.
-¡John, suficiente! – ordenó Selina, colocándose entre Constantine y Hal – No estamos aquí para pelear.
En ese momento, tres Parademons irrumpieron a través de las ventanas con barricadas, chillando con fuerza.
-Entonces has venido al pub equivocado – Constantine se molestó. Entonces el mago rápidamente saco una baraja de cartas del bolsillo – ¡Abajo, inútiles! ¡Fuego de Infierno!
John hizo un movimiento con la mano y una carta voló por el aire, antes de incrustarse en una de las cabezas del Parademon, explotando y decapitando al monstruo. John procedió a sacar una especie de escopeta con forma de crucifijo, que al momento de dispararla al segundo Parademon, se desintegro por completo.
El tercer Parademon le dio un golpe a John, haciendo que volara a través del pub, donde aterrizó en la barra, justo al lado de Jason Blood.
-Oye, Etrigan, un poco de ayuda estaría bien – Constantine reprendió a su amigo – O tal vez un besito para la buena suerte.
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Justice League: El Régimen Omega
FanfictionEl mal ha ganado. En el espacio, las Star Sapphires y los Green Lanterns han sido destruidos por los ejércitos de Apokolips. Y en la Tierra, Superman ha muerto. Convencido de que la Ecuación Anti-vida esta en la Tierra, Darkseid ha lanzado un brutal...