Extracto del Diario de Barbara Gordon
Hoy... cuando me puse el arnés alienígena que reconstruiría mi espalda, volví a sentir el miedo que sentí aquella noche. Era como si en todos estos años jamás se hubiera separado de mi piel. No importaba las veces que intentara frotar cada parte de mi cuerpo, el temor seguía allí, esa noche seguiría en mi mente atormentándome, maldiciéndome por haber abierto la puerta y no haber estado alerta.
A veces tener memoria fotográfica puede ser un auténtico horror, es como si mi mente pudiera recopilar cada detalle de ese día. El cómo el color de mis mejillas desaparecía cuando vi ese rostro pálido sonreírme con tanta diversión, el cómo el sudor danzó suavemente por mi médula espinal y como no volvería a funcionar como siempre ante su pequeña broma.
No sé si dejé de respirar antes o después de que me disparara, solo sé que mi cuerpo cayó hacia atrás, haciendo que nuestra pequeña mesa de café se rompiera en mil pedazos. Cada pequeño trozo transparente se coloreaba con mi sangre y ese dolor era tan insoportable que las lágrimas caían solas por mi rostro.
Jamás me había sentido tan vulnerable, siempre había optado con la opción más peligrosa, la que me hiciera demostrar que a pesar de ser una niña tonta como todo el mundo decía, me hiciera volar y destacar mi potencial. Quizá por ello, me vi envuelta con Bruce y con Dick. Quizá por eso Batgirl marcó un antes y un después en mi vida.
A veces ser Bárbara suponía ser la "niña perfecta del comisionado", aquella que debía estar protegida, ya que podría romperse en mil pedazos en cualquier momento. Yo no era así, me había criado entre policías, no temía al crimen, yo quería ser parte de esa justicia que algún día diera un mejor amanecer a Gotham. Aun así, creo que papá jamás entendió que me estaba atrapando en una jaula de cristal, la cual algún día terminaría por hacerse añicos y nadaríamos en un mar de secretos que nunca podría explicarle.
Ser Batgirl implicaba tener esas alas de las que siempre me había privado. Era ocultar esa parte de mi vida que me retenía para ser "perfecta" ante los ojos de mi padre. Ese traje me dio lo que necesite: los mejores momentos de mi vida. Y así como me los dio, también me los quitó. ¿Por qué razón? :
Porque el Joker quería hacerme daño.
Porque el Joker quería destrozar a papá.
Porque el Joker quería llamar la atención de Batman y yo sólo era un pequeño peón en todo aquello.
Por más que mi psicóloga me dijera en cada sesión que debía abrirme ante ella, me resultaba imposible. No podía decirle que esa "otra parte de mí" había sufrido una baja. Tampoco podía decirle como de entrelazada estaba mi vida con la de los justicieros de Gotham y como las pesadillas hacían que mi garganta se desgarrara. Porque ahora no servía para nada. Porque todo el mundo se lamentaba de lo que le había pasado a la pobre Bárbara Gordon.
Era irónico que mis propias sábanas se convirtieran en mis peores cadenas, quizás no podía defenderme de todo lo que deseaba en sueños, pero al parecer aún conservaba la suficiente fuerza para estar atrapada entre ellas. Por ello en medio de la oscuridad de mi habitación abría los ojos, miraba al techo y sentía sus manos en mi cuerpo. No importaba las veces que le pidiera explicaciones, ni las que intentaran rogarle porque no deseaba que me hiciera aquello.
"Por el crimen"
Eso era lo único que había sido capaz de decir con maldad y con aspecto ganador. Aquel hombre había visto de mi tanto que incluso mis gemidos llenos de dolor le importaron demasiado poco. Recuerdo que no fui capaz de decir nada coherente, se me nublaba la vista, la sangre seguía escapando de mi vientre y el dolor me hacía incapaz de mover ni un músculo.
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Justice League: El Régimen Omega
FanficEl mal ha ganado. En el espacio, las Star Sapphires y los Green Lanterns han sido destruidos por los ejércitos de Apokolips. Y en la Tierra, Superman ha muerto. Convencido de que la Ecuación Anti-vida esta en la Tierra, Darkseid ha lanzado un brutal...