Epilogo

56 3 0
                                    

"Si tenemos alma... ¿Está hecha del amor que compartimos, que el tiempo no altera, ni la muerte encadena?"

-Jack Harper (Oblivion: El Tiempo del Olvido)


Selina todavía estaba terminando de arreglarse el cabello cuando el último rayo de sol se ocultó en el horizonte. Termino poniéndose la manta y se aplicó algo de labial antes de que Bruce despertara.

Cuando el hombre en el suelo abrió los ojos, miró hacia el arco que la cueva formaba. Vio como los últimos rayos purpúreos del atardecer cayeron sobre las mejillas color oliva de Selina. Su respiración se atascó en su garganta mientras la miraba. Hermosa. Absolutamente hermosa. Memorizó las curvas de su cuerpo, rezando a un dios en el que no creía que cuando llegara su hora, este momento pasara ante sus ojos.

Poniéndose su playera, tomo la mano de ella y la atrajo a su lado.

-Hola Bat... – dijo Selina, tomándolo del brazo con ambas manos –

-Hola Cat...– respondió Bruce antes de besarla de nuevo. Se miraron el uno al otro por un momento, atrapados en el resplandor de su nueva oportunidad – ¿Dormiste bien?

-Como nunca en mi vida – le dijo ella, apoyando su cabeza en su hombro – No quiero sonar cursi, pero hoy... después de años, me volví a sentir segura, protegida... como si todas las cosas que hice antes se hubieran desvanecido.

-Sabía que este día llegaría, en donde ya no tuvieras que irte – dijo Bruce – Escuché que dejaras atrás tu vida como ladrona.

-Rumores... – respondió Selina en broma, alejándose de él para mirar de nuevo hacia el atardecer – Estaba pensando en dedicarme a la jardinería. Además, mi gato necesita la luz del sol – respirando profundamente, Selina volvió a su lado –

-¿Enderezaras tu vida? – preguntó Bruce. No pudo evitar oír la pequeña esperanza en la voz de Selina. Ella se rió entre dientes –

-No lo sé... pero después de todo lo que me ha pasado... lo que sucedió con mi hermana y ahora con La Liga de Asesinos, ¿no crees que debería de hacerlo?

-Con Nightwing y Robín pasando más tiempo con los Titans, no estaría de más tener un aliado local al que recurrir.

-¿Estás sugiriendo que me dedique a ser vigilante a tiempo completo? – pregunto Selina, mas que nada como una pregunta retórica –

-Podrías tener tu propia sección de la ciudad. Cerca de casa si quieres.

-Catwoman... ¿Defensora del East End? – bromeó ella, sonriendo antes de voltear hacia él de nuevo – No sé si eso es para mí. Me gusta mi vida tal como es. ¿A ti no? – la pregunta pendía entre ellos. Sabía lo que estaba preguntando –

-Creo que los dos somos... personas solitarias – le respondió Bruce. Él tomó su mano entre las suyas – No soy bueno en las relaciones, Selina.

-Estoy segura de que no soy mejor – se quedaron juntos en silencio durante varios segundos, ambos pensando en sus opciones. Selina cerró los ojos y respiró hondo – Pero el hecho de que pensemos que vamos a arruinar esto, no significa que no debamos intentarlo.

-¿Que sugieres? – preguntó el –

-¿Tomar un día a la vez?

Ambos estaban asustados, ambos inseguros. Pero había algo ahí. Siempre había habido algo ahí. Se lo debían el uno al otro, después de todas las cosas feas que sucedieron, se encontraron mutuamente y salieron adelante.

Estar juntos no significaba renunciar a quiénes eran o a lo qué eran. Cuando estaban juntos, eran personas completas. Le dieron al otro lo que le faltaba. Se brindaron felicidad el uno al otro. Ellos encajaban perfectamente, y ambos lo sabían.

Justice League: El Régimen OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora