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Danrah se veía en el espejo con esta ropa que Jungkook le había dejado para ella, era típica de su manada y él quería que ella lo usara, se sentía raro pero es algo a lo que debía acostumbrarse, lo quisiera o no ya tenía un mate y sabía por natura...

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Danrah se veía en el espejo con esta ropa que Jungkook le había dejado para ella, era típica de su manada y él quería que ella lo usara, se sentía raro pero es algo a lo que debía acostumbrarse, lo quisiera o no ya tenía un mate y sabía por naturaleza que era lo que pasaría, lo que nunca contó es que la diosa le enviaría a alguien que estaría de acuerdo en ayudarla, incluso sabiendo lo que significa su venganza.

Quería ver sufrir tanto a su tía cómo a su prima, ambas le había hecho que su vida fuera un infierno, las torturas y maltratos a los que la sometieron están ordenadas en su cabeza, casi que las recuerda por orden alfabético, así de detallada era.

Mirándose por última vez en el espejo salió de la habitación, pero para su mala suerte se topó con Irene, la ex Omega de su mate.

—Me imagino que ahora te crees mucho ya que eres la Omega líder de JungKook —ambas seguían caminando, Danrah intentaba no dejar que sus palabras le molestaran— ¿Te gustó quitarme lo que era mío?

—Jungkook no es un objeto que puedas reclamar o tampoco eres una Alfa para marcarlo como tuyo, solo acepta que la diosa escogió a Jungkook como mi mate y a Taehyung cómo tu mate, si lo que tanto querías era ser Omega líder pues igual tendrás ese puesto.

—No es lo mismo —Danrah se detuvo mirándola.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Jungkook es especial, es diferente a cualquier Alfa, yo he visto lo que es capaz de hacer y un lobo así será el Alfa de Alfas y yo quiero estar a su lado y convertirme en la Omega de Omegas —el rostro de Irene estaba frente al de ella.

—O sea que estás con él solo porque es poderoso, no porque lo amas —Danrah rodó sus ojos— Ahora veo porque la diosa me eligió a mí y no a tí.

—¡Pero tú tampoco lo amas!

—No busques escusas ni compares, yo apenas si lo conozco, en cambio tú se supone que lo conoces desde hace años y le dijiste que te querías casar con él solo por el poder, oye eso es caer bajo —comenzó a caminar de nuevo pero Irene la detuvo.

—¿¡A dónde crees que vas!? —ella la sostuvo por el hombro deteniéndola, a lo que Danrah respondió con un gruñido algo feroz para una Omega.

—Pues voy con mi Alfa, tú por otro lado deberías hacer lo mismo, mala suerte para el Alfa Kim que tendrá que lidiar contigo, solo espero que no vayas a dañar esta manada solo por tus ansias de poder.

Cuando Danrah volteó para seguir caminando al final del pasillo estaban los dos Alfas, Taehyung miró a Irene con cara de decepción para luego volver por dónde había venido, Jungkook lo vió bajar, soltó un suspiro pesado y luego se acercó a donde estaban las chicas y posó su rostro molesto en Irene.

—Que decepción resultaste ser, no solo conmigo sino con tu Alfa, porque Taehyung es tu Alfa te guste o no, eso es la decisión de la diosa y sabes lo que pasa a quiénes le desobedecen.

—Jungkook... Yo... —no quiero oír tu voz otra vez, ahora baja que tú Alfa te espera para desayunar.

Ella molesta bajó, luego la mirada de JungKook se posó en su Omega.

—¿Me llamaste tu Alfa? —la cara de Danrah se volvió muy roja, mientras que en el rostro de él se formó una sonrisa, como la de un niño emocionado.

—Yo no dije absolutamente nada —ella le rodeó para continuar hacia el comedor pero él la tomó de la mano y la atrajo hasta su pecho dónde la sostuvo.

—No sabes lo feliz que me hicieron tus palabras, el oírte decirle esas cosas a Irene me hace feliz, agradezco a la diosa que te haya puesto en mi camino —dijo levantándole el mentón para luego darle un beso.

Los ojos de ella permanecían abiertos debido a la sorpresa, lo empujaba un poco por el pecho para poder separarlo, pero otra parte de ella le estaba indicando que cediera ante su Alfa y se dejara llevar.

—Vamos a desayunar que debemos partir a ver al Alfa Park para luego volver a nuestra manada —dijo al detenerse después de besarla.

Ella no le respondió nada debido a que aún estaba procesando el beso, aunque no era la primera vez que lo besaba, ya era su segunda vez, le seguía pareciendo extraño que su cuerpo quería, le pedía que cediera ante este lobo, en esos momentos era cuando la naturaleza y el instinto tomaban el control de ella.

Bajaron hasta dónde ya Irene estaba desayunando, Danrah tomó el plato y salió de allí.

—¿Por qué no comerás aquí? —preguntó Jungkook.

—No quiero estar cerca de esa loba, ella es una vergüenza —con eso salió.

Lamentablemente para Irene, Taehyung no pudo defenderla ya que las palabras de Danrah eran correctas, la manera como hablaba Irene estaba deshonrando a su Alfa y pues él mismo se sentía enojado, también en parte no entendía porque la diosa de había otorgado a esta loba como su mate cuando obviamente ella no lo quiere a él.

—Come aquí, por favor, no querrás ser descortés con el Alfa Kim —Danrah miró a Tae quién estaba perdido en sus pensamientos y sintió pena por él así que se dió la vuelta y tomó asiento frente a él.

Pasó todo el desayuno hablando con ambos Alfas, conociendolos mejor, escuchando los planes para sus manadas, esto hizo que por unos minutos Tae fuera él mismo.

—Bueno con esto nosotros nos vamos a despedir Tae, muchas gracias por recibirnos y cenar con mi Omega —ellos dos se abrazaron.

—También fue un honor el recibirlos, ustedes siempre serán bienvenidos aquí y espero que pronto escuchemos sobre tu primer cachorro.

Danrah se sonrojó mientras los Alfas reían.

—Iremos a la manada de los Lobos Azules de nuevo, ¿Verdad? —Irene preguntó y los tres posaron sus miradas en ella.

—¿De qué hablas? —preguntó Jungkook— Tú ya tienes una manada y es esta, aquí está tu mate, deben comenzar a hacer el viaje por las demás manadas para anunciar su compromiso.

—¡Yo no pienso quedarme aquí! ¡No puede dejarme aquí, Jungkook!

—¡Guardias! —gritó Taehyung.

Los guardias llegaron rápidamente.

—Lleven a su Omega líder a su habitación, quiero que nadie le permita salir, quiero incluso guardias afuera en la parte donde está la ventana, ella no podrá escapar y si lo intenta encierrenla dónde las Omegas solteras pasan su celo.

—¡Entendido, Alfa!

—¡No pueden hacerme esto! —ella gritaba mientras se la llevaban.

—Es hora de que nos vayamos también.

Con eso y después de una despedida más afuera en la entrada de la cuidad, Danrah y Jungkook partieron a la manada de los Lobos Azules.

Con eso y después de una despedida más afuera en la entrada de la cuidad, Danrah y Jungkook partieron a la manada de los Lobos Azules

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