Capítulo 13

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Capítulo 13



Después de que NaSeol terminara de llorar, nadie hizo ningún comentario. YoonJeong y Nana discutieron sobre quién pagaría el vestido, pero la discusión duró poco. La madre de YoonGi lo haría, al igual que pagaría la boda. Estaba siendo demasiado generosa, y NaSeol se prometió que le devolvería cada último won para pagar ese vestido, aunque tuviera que hacer horas extra en el hospital.

Regresar a casa no fue sino un golpe aún más fuerte a los recuerdos que avocaban a sus padres, y Nana lo sabía de sobra, así que le dio una pastilla para los mareos, lo suficientemente fuerte como para dormirla durante gran parte del trayecto de vuelta a Incheon. Se durmió contra la puerta del coche, los fuertes vientos que entraban desde la autovía alocando toda su melena.

Los días siguientes en el hospital, YeoReum pensó que la enfermera estaría triste, nostálgica..., pero no fue así. O supo ocultar bien sus emociones. NaSeol estaba radiante como siempre, como si la tristeza que la asoló en la modistería hubiese sido el espectro de otra joven. Sonreía a los niños, bromeaba con ellos y les chequeaba rutinariamente dándoles palabras de aliento y esperanza.

—Uf... —suspiraba ella, poniéndose la manos en las lumbares y estirándose—, estoy agotada. Solo de pensar en el turno de noche de la semana que viene caigo redonda.

—¿Bromeas? Los turnos de noche son lo mejor —respondió YeoReum, levantándose de su habitual silla tras el mostrador—. No hay visitas, los niños duermen tan profundo que ni se enteran cuando entras a chequear, el de seguridad es un bombón...

Esperaron a que sus compañeros relevasen su turno y bajaron hasta los vestuarios. Ambas se deshicieron de sus respectivos uniformes.

Cuando cerraron las taquillas, NaSeol se percató de que YeoReum tenía las manos a la espalda, como si tratara de ocultar algo.

Frunció el ceño y le preguntó qué tenía ahí, pero su compañera dio un rápido paso para atrás y, entre risas, dijo que tenían una sorpresa para ella.

—¿Tenéis? ¿Quiénes?

—¡Nosotras!

NaSeol se dio la vuelta para ver a YoonAh y, por encima de su hombro, apoyada en el marco de la puerta del vestuario, estaba InJae apoyada de brazos cruzados.

Antes de que le pudiera dar tiempo a preguntarse cómo es que estaban ahí y cómo habían logrado entrar en una zona de personal autorizado, se dio cuenta de que YoonAh traía en sus manos una banda rosa pastel donde ponía escrito en elegantes y doradas letras con purpurina «¡¡¡LA NOVIA!!!»; en las de ellas ponía «¡¡¡LAS AMIGAS!!!».

Esta parpadeó asombrada mientras su futura cuñada, con esa sonrisa idéntica a la de YoonGi, le pasaba por la cabeza la banda.

—¿Qué... es esto?

—¡Pues qué va a ser! —dijo YeoReum, poniendo sus manos en los hombros de NaSeol—. ¡Hoy nos vamos de despedida! ¡Habrá que celebrar que dejarás de ser un alma libre!

—Jin y los chicos también han ido a darle una sorpresa a YoonGi —comentó YoonAh.

Efectivamente, unos cuantos pisos por encima de sus cabezas, Jin, HoSeok y NamJoon habían entrado a trompicones en la consulta de YoonGi apenas salió el último paciente.

Ni él ni NaSeol se habrían esperado tener nada semejante. Una despedida de solteros. Era lo habitual. Lo que dictaban los pasos de un casamiento, pero no pensaron que tendrían algo así en realidad. Aunque con la personalidad de YoonAh y SeokJin, los organizadores, no era ninguna sorpresa.

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora