Capítulo 21

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Capítulo 21



YoonGi seguía a NaSeol por el pasillo de la última planta del hospital.

Los pasos de la enfermera eran rápidos y ágiles incluso con esos zuecos de goma. Nunca había estado tan enfurecida en toda su vida.

No podía creerse que sujetos como los doctores Kwon y Song pudieran ir predicando por ahí su palabrería misógina y su cosificación a la mujer.

Era imperdonable.

Llamó a la puerta del director Shin y, sin esperar respuesta, entró. Le cerró en las narices a YoonGi, mientras él le había estado repitiendo una y otra vez que se relajara, que hablara con el director en frío, que fueran a tomar el aire y mil cosas más que, por supuesto, a NaSeol le entraron por un oído y le salieron por el otro.

El señor saltó del susto cuando la vio frente a su escritorio. Toquiteó algo en el ordenador con los ojos muy abiertos.

—¡¿Pero qué diablos estás haciendo?! —exclamó espantado—. ¿No te han enseñado modales básicos? ¡Hay que llamar antes de entrar!

—He llamado.

—¡Pues toca más fuerte la próxima vez!

Su cuerpo rollizo trató de colocarse correctamente en la silla de cuero. El doctor Shin era gordo, obeso, y para nada agraciado. La última (y única) vez que NaSeol le había visto fue cuando le dio la bienvenida a los nuevos empleados, hacía ya meses. Nunca salía de su despacho, el cual olía demasiado a colonia de bebé, y su escritorio estaba lleno de ganchitos de queso y patatas fritas, además de refrescos y sobres de café instantáneo.

—Director, vengo a hablar con usted de un asunto urgente.

—¿Alguien se ha tirado por la azotea? ¿Nos han robado el arsenal de medicamentos? ¿Está el presidente esperándome abajo? —NaSeol negó con la cabeza, con el ceño levemente fruncido—. Pues entonces no es lo suficientemente urente como para que entres en mi despacho como si fueras un animal. Déjame un escrito y ya lo leeré luego, tengo una reunión en quince minutos.

—Quince minutos son más que de sobra —insistió—. Señor, vengo a poner una denuncia a los doctores Song SoonWon y Kwon Jong por comportamiento misógino, machista y por menosprecio y falta de respeto a mis compañeras de trabajo y a mí.

Shin parpadeó un par de veces, completamente atónito.

La miró, la escaneó, y después dijo:

—¿Y tú quién eres?

NaSeol estuvo a punto de suspirar.

—Soy Oh NaSeol, enfermera de Pediatría —explicó—. Director, estos dos sujetos han invalidado mi trabajo y han hecho una serie de comentarios que...

—Sí, sí. —Shin hizo un ademán con la mano—. ¿Y qué quieres que le haga?

—Que tome medidas. Es usted el director —añadió, como si tuviera que aclarárselo—. No puede permitir esta clase de comportamientos.

Shin se recostó sobre el respaldo de la silla.

—No hay ninguna medida que tomar. Seguro que no ha sido para tanto. Conozco bien a los doctores Song y Kwon. Unos bromistas natos, apuesto a que no se lo decían en serio.

—Me han dicho que he conseguido mi puesto de trabajo a partir de felaciones.

Se formó un breve silencio.

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora