The Closest Friend » Yoongi

Capítulo 29

Capítulo 29

NaSeol se bajó de un salto de la encimera, se lavó las manos, se puso la ropa interior y se acercó al taburete mientras se colocaba el vestido en condiciones, incapaz de mirar a YoonGi a los ojos. Estaba hecha un lío. Ni avergonzada, ni orgullosa, simplemente... confusa.

No sabía qué pensar, mucho menos qué decir o cómo actuar. ¿Qué significaba que YoonGi rogara en deseos de desnudarla y de besarla? ¿Era mera atracción sexual o algo más?

YoonGi pareció algo renitente a apartarse de ella, hasta que finalmente atendió a la tarta. Tampoco quería que se quemara.

Para desgracia de ambos, y también para desgracia de la súbita vergüenza, estuvieron charlando hasta que la tarta se enfrió y estuvo en condiciones para comerla.

Pero YoonGi no podía apartar sus ojos de la pequeñita marca rojiza que había aparecido en el cuello de NaSeol. No era de marcar mujeres. No era mucho su estilo, además de que era un engorro para ellas tener que ir tapándoselo ya fuera con cuellos largos o con maquillaje. Tampoco era algo que le excitara particularmente, pero... Cielos. Cuando lo vio en el cuello de NaSeol, algo dejó de funcionar dentro de él.

YoonGi la miró con ojos curiosos mientras ella regresaba a la infancia con ese primer bocado a la tarta. Se teletransportó a ese tiempo en el que regresaba del colegio y su madre la sorprendía con una de sus célebres y deliciosas tartas. Sabían exactamente igual, como si hubieran seguido la misma receta, y como si hubieran añadido el mismo ingrediente secreto. Quería devorarla entera a la vez que se veía incapaz de darle un bocado más.

—¿No está buena? —YoonGi la sacó de sus pensamientos.

—Está deliciosa —susurró.

El doctor probó un poco y asintió con la cabeza. Insistió a NaSeol para que comiera más y ella obedeció con una pequeña sonrisa. Desde lo más superficial hasta lo más profundo de su ser y de sus recuerdos, resurgían vestigios de su pasado. Mamá y papá. Los tres juntos. Con Nana. Echaba mucho de menos a su familia. A lo que habían sido y en lo que podrían haberse convertido.

—¿Por qué haces todo esto?

—Pensé que te animaría... ¿Te ha molestado? —le preguntó preocupado.

Sacudió la cabeza.

—Es solo que... ¿NamJoon te lo ha contado?

—Me dijo que una tarta de queso era perfecta para cuando estuvieras enfadada —explicó—. Sé que lo de la reincorporación al hospital no está yendo como tú querías, ni como me había prometido Shin, por eso he pensado que esto podría animarte.

NaSeol asintió despacio.

—Llevaba sin tomar una años. —Parpadeó rápido, evitando que se aglomeraran las lágrimas en sus ojos—. Sabe exactamente igual que la de mi madre. —Las palabras quedaron en el aire, y supo que YoonGi quería saber más sobre el tema. Y quizá a ella también le viniera bien contarlo—. Murió cuando yo tenía diez años. Ella y mi padre. Fue un accidente de tráfico. Nana nunca quiso darme detalles.

Pensó que YoonGi la interrumpiría con palabras de aliento y ánimo como hacían las demás personas. Como habían hecho Nana y NamJoon a lo largo de todos estos años. Pero él permaneció callado. Eso la impulsó a continuar:

—Por eso no me gusta montarme en coches o que la sola idea de estar tras un volante me dé náuseas. No me siento segura. Todo lo que ocurrió esa noche del accidente no habría sido de... de no ser por... —Estaba aguantando el llanto. No terminó esa oración que comenzó otra—. No como tarta de queso desde entonces.