Capítulo 26

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Capítulo 26



Habían predispuesto por lo menos dos docenas de enormes mesas redondas en la sala de eventos, cada una con pequeños carteles donde venían escritos los nombres de los miembros de SCN y sus acompañantes. Cuando YoonGi y NaSeol entraron, una de las empleadas del hotel les pidió los nombres y les indicó cuál sería su mesa.

La sala era enorme, podía abarcar sin problemas a todos los invitados de la conferencia. El suelo, como el resto del hotel, era de mármol, al igual que las columnas decorativas. A su derecha tenían una barra de bar larga y elegante, donde los camareros preparaban bandejas con aperitivos y champán. En la zona norte, el escenario tenía un ambón con un micrófono desde donde se nombrarían a los ganadores. Justo detrás, sobre las largas telas negras, había un cartel que rezaba «35º ANIVERSARIO DE LA ENTREGA DE LOS PREMIOS HERSHKOWITZ».

—¿Treinta y cinco años? —preguntó NaSeol—. Pero la SCN no tiene tantos años.

—Los premios ya existían de antes. La SCN solo se convirtió en su principal patrocinador, y desde entonces la conferencia anual y la entrega de premios se realiza durante el mismo fin de semana —explicó YoonGi—. MoonHee dice que es para reducir gastos. Hablando de la reina de Roma...

—Estoy agotada —fue como saludó MoonHee, llevándose la mano a la frente con gesto dramático—. Siempre me pongo histérica con este maldito evento. Decidme que vosotros sí que tenéis asientos asignados, porque debe ser que ha habido un problema con la lista de invitados y hay varios sin sitio.

—Tenemos mesa —tranquilizó YoonGi—. Y relájate un poco, MoonHee, ¿te traigo una copa de champán?

—¿Una copa? Necesito mínimo la botella entera y un cigarro —gimoteó—. Ser la directora de esta secta me lleva por el camino de la amargura y... Qué guapa estás.

—Oh..., gracias. Tampoco es para tanto —dijo NaSeol con timidez, restándole importancia.

—¿Que no es...? ¿YoonGi? Espero que le hayas dicho una media de mil veces que está impresionante —recriminó—. El verde te sienta genial.

YoonGi no se lo había dicho mil veces. Ni diez. Ni siquiera una. Cuando le había dicho que ya estaba lista, se había limitado a coger las tarjetas de la habitación y la había apurado para llegar al ascensor. Pero sí que estaba guapa. Se había puesto un vestido largo de lentejuelas que le había prestado YoonAh, pues ella no tenía ropa para una celebración de este tipo. Tenía una abertura en el lateral derecho de la falda y tirantes finos y elegantes que resaltaban su clavícula.

NaSeol sí que le había dicho al doctor que estaba guapo con su traje negro de tres piezas y la camisa blanca, pero tampoco le había hecho mucho caso al cumplido. Era un traje simple, pero conseguía ese look refinado y sensual. También se había arreglado el pelo y dado cera a los zapatos. Le había puesto especial atención a todos los detalles, y estaba segura de que le había sacado hasta brillo a la alianza.

—NaSeol está guapa, sí, pero tú estás arrolladora, nena. —Todos miraron al doctor Jung-Rojas, que había puesto su brazo alrededor de los hombros de MoonHee y había tirado de ella—. ¿Te he dicho alguna vez que me encantan las maduritas con traje?

—¡¿A quién llamas tú madurita?! —exclamó MoonHee, quitándose a YooBin de encima.

—Me encanta cuando te pones así. —YooBin mordió el aire y le guiñó el ojo—. Eres tan sexy.

YoonGi se aclaró la garganta.

—Me estáis dando una grima tremenda.

MoonHee y YooBin le miraron.

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora