Capítulo 32

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Capítulo 32



La desnudez no solo era despojarse de unas cuantas prendas de ropa y lanzarlas hacia un rincón cualquiera. Era la expresión más física que existía para demostrar nuestros sentimientos; un momento lleno de impaciencia, de nervios, pero también de ambición, de querer, de apreciar.

Quedaron desnudos de cintura para arriba y fue como si hubieran dado un paso más a lo sucedido anteriormente. NaSeol no concebía mas que un par de pensamientos conexos lleno de miles inconexos. Su corazón se estrujaba y se expandía cuando él lamía su cuello, mordisqueaba zonas sensibles y de su garganta profería gruñidos.

—Ni siquiera sé por dónde empezar.

Ella le miró a los ojos. Brillaban llenos de lujuria.

—¿Qué te parece... aquí? —Colocó las manos de YoonGi sobre sus pechos. Abarcaban de sobra la zona. Nunca habían sido demasiado grandes y nunca le había importado mucho ese hecho—. Como la noche del hotel.

—¿Quieres que empiece por ahí? —preguntó. Sin dejar que NaSeol le diera respuesta, llevó su boca a ese punto de placer, sensible y electrizante. Empezaba a marearse, demasiado nerviosa y demasiado contenta de tener a YoonGi tan cerca. Él siguió jugueteando con su lengua el endurecido pezón—. NaSeol. —Mordió el relieve de su pezón y le arrancó un gemido—. ¿Por ahí?

La enfermera arqueó la espalda. Dicho movimiento causó fricción en el punto donde ambos cuerpos se encontraban. El sutil pinchazo en su clítoris fue mensajero necesario para que se meciera sobre él, en la ansiada búsqueda de una palpitación más intensa que pudiera estremecerla del placer.

—Llevaba tiempo... Joder, NaSeol. —Ella ahogó sus palabras cuando se lanzó a besarle en la boca. Aceleró el ritmo de sus caderas y la erección de YoonGi estaba incómoda bajo la tela del chándal—. Voy a... Si no paras... Si no vas más despacio y no me das un respiro es posible que... Joder.

NaSeol no había escuchado ni una sola palabra. Un tímido gemido invadió la estancia. Nunca había tenido dificultad por mojarse, pero pensó que con él presente, estaría más acobardada. Se equivocaba. Tenía la ropa interior empapada y no dejaba de pensar en el sexo. En sus cuerpos unidos. Una segunda oleada de electricidad la barrió con más intensidad.

YoonGi la agarró de la cintura con una posesividad e intensidad algo dolorosa. Detuvo todo movimiento. Contenía el aliento y su mirada estaba firme en esa marca oscura y húmeda que cubría sus pantalones. No supo si eran sus fluidos, los de NaSeol, o los dos mezclados. Pero no ayudó para nada en su autocontrol. Sus hombros se pusieron tensos.

La miró desde abajo y dijo:

—Llevo un tiempo sin hacerlo.

NaSeol frunció el ceño.

—¿Es un problema?

Él la miró sin aliento y tragó saliva.

—No lo entiendes. Te digo que llevo sin tener sexo bastante tiempo. Esto puede acabar incluso antes de comenzar. No voy a durar mucho —dijo con voz ronca, baja, avergonzada y hasta enfadada.

—¿Cuánto es bastante tiempo?

—Un año.

Los ojos de NaSeol no pudieron evitar abrirse de par en par. ¿Un año? Se preguntó qué había estado haciendo ella los últimos trescientos sesenta y cinco días, si es que había sido un estricto año y no más de eso.

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora