Capítulo 28

727 92 54
                                    


Capítulo 28



—Creo que me gusta.

HoSeok, recién despierto, miró a su amigo con cara de no entender nada.

—¿El qué? ¿Verme sin camiseta?

Se dio cuenta de que estaba sin camiseta, con unos pantalones holgados de pijama y el pelo hecho un desastre. Se apoyaba en el marco de la entrada principal de su casa con pintas de que podría quedarse ahí dormido.

—NaSeol.

Solo cinco minutos después de que YoonGi se sentara en el sofá, había relatado todo lo que ocurrió en la Conferencia Anual. HoSeok estaba sentado en el sillón de cuero roído comiéndose unos cereales de colores con leche. Su boca estaba llena de comida cuando dijo:

—A ver si lo he entendido bien. —Masticó y tragó con rudeza—. ¿Te la puso dura y como te la has tirado entonces piensas que te gusta? YoonGi, a eso yo lo llamo calentón del momento. No confundas el deseo sexual con el que te guste alguien.

—No tiene absolutamente nada que ver con el sexo —aclaró el otro de mala gana—. ¿Has prestado atención a lo que te he contado?

—Sí, por eso te digo que estás pensando con la polla ahora mismo. —YoonGi abrió la boca para replicar, pero él siguió hablando—. Que te entiendo, ¿vale? Porque de veinticuatro horas que tiene el día, las veinticuatro estáis en el mismo lado: o en casa o en el hospital. Si a estar todo el día pegados le añades que vivís juntos y estáis echando un polvo día sí y día también, pues al final te crees que te gusta pero en realidad solo te gusta la facilidad de tenerla a tu disposición. Pero, amigo, para que te haya sacado de la sequía en la que estabas, debe ser un animal en la cama.

YoonGi cerró los ojos y suspiró antes de responder.

—No nos hemos acostado —murmuró, rascándose el nacimiento del pelo.

HoSeok tardó en responder.

—Con el ronchar de los cereales no te oigo, ¿qué has dicho?

—Que no nos hemos acostado —repitió más alto. Se le había escuchado a la perfección—. Y no insinúes nada de ella en la cama.

No se esperó que su amigo fuera a reírse. Le dio una cucharada a su bol y siguió sonriendo.

—Ya, ajá. Claro. Casi me la creo.

—Voy en serio.

Y cuando vio la cara de YoonGi, supo que no mentía. Se limpió los labios con la muñeca y dejó los cereales sobre la mesa central. Estaba alucinando.

—¿Ni una sola vez? —El otro negó—. ¿No me dijiste que dormíais en la misma cama? ¿Cómo has podido resistirte?

YoonGi puso los codos en sus rodillas y se cubrió el rostro con las manos.

—No tengo ni idea. De verdad que no, porque desde que besamos, no paro de pensar en esa posibilidad.

—Ah, joder, qué susto —suspiró aliviado HoSeok—. Eso significa que te atrae sexualmente, no que te guste. —YoonGi levantó la cabeza—. ¿Verdad, YoonGi?

Estaba muy confuso y a la vez no. Tener todo claro y a la vez seguir teniendo miles de dudas era tan incongruente como cierto. Empezaba a ahogarse, así que deslizó su mano por la nuca y le dio varios apretones para calmar la tensión que se le estaba acumulando.

HoSeok volvió a hablar.

—A ver, ¿cuánto tiempo llevas pensando en esa posibilidad?

—Dos semanas. Desde que volvimos de Seúl. —Se pasó una mano por el pelo—. A veces me despierto por las mañanas, ella sigue dormida, y quiero... simplemente quiero despertarla para poder besarla como esa noche. Siempre lleva unos pijamas cortos para andar por casa, y no paro de mirarla. Me ha pillado ya varias veces. Cuando vemos la tele, tengo ganas de ponerla en mi regazo y...

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora