Capítulo 34

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Capítulo 34



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De: kimheesul@tyeongnam.hosp.es
Para: ohnaseol@tyeongnam.hosp.es

Asunto: REINCORPORACIÓN AL TRABAJO

          Srta. Oh NaSeol,

          Desde el Departamento de Recursos Humanos queremos informarle de que se ha levantado su suspensión de trabajo y sueldo. Podrá reincorporarse con su equipo este miércoles 26 de septiembre de 2023.

El director Shin y la jefa de Pediatría, la doctora Lee HwaRang, han acordado que, a modo de aprendizaje, se reincorpore cubriendo los turnos de noche durante tres semanas. Queda adjuntado a este correo su horario especial.

Estamos muy contentos de que regrese con nosotros.

Kim HeeSul
Secretario de RR.HH.
Departamento de Recursos Humanos

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El sabor de boca que se le quedó tras leer el correo era agridulce. Contenta por regresar y triste —más bien molesta— por tener que estar en los turnos de noche. Dejó el móvil de vuelta en la mesa y levantó la cabeza justo para ver a NamJoon meterse unas cuantas pastillas con leche con miel.

Se había resguardado en él, en su amistad, desde que había regresado de la luna de miel. Pasaban juntos casi todos los días. La compañía de NaSeol le venía muy bien a Joon, sobre todo después de coger la gripe. Le había cuidado mientras vomitaba, mientras andaba hasta la cocina para tomarse un popurrí de pastillas que le había recetado el médico de cabecera y para apaciguar, de algún modo, sus molestas migrañas. Lo había cuidado y lo había hecho de buen grado, pero no podía evitar preguntarse si InJae estaba preocupada por él. Aunque solo fuera un poco.

En su casa, las cosas no iban mucho mejores. YoonGi no le dirigía la palabra más de lo estrictamente necesario, y eso la hacía sentir terriblemente mal. Reconocía que no había sido la más educada con sus preguntas, pero él tampoco con sus respuestas. No se merecía este trato, al igual que YoonGi no se merecía el que le daba ella. Habían llegado a tierra de nadie.

La situación era incómoda, por eso que trataba de estar el menor tiempo posible en el apartamento. Prefería irse al parque o a hacer cualquier otro recado. Solo en las ocasiones donde venía YoonJeong a saludar, YoonGi volvía a comportarse como siempre. Eso sí, manteniendo la distancia. Por lo menos ambos se habían negado a dormir en el sofá y no habían puesto queja alguna en compartir la cama y, por consecuencia, escuchar a los dichosos vecinos.

Un día, en la víspera de su reincorporación al trabajo, se hartó.

Se frotó el rostro gruñendo molesta. Debían de estar golpeando a propósito la pared que los conectaba, porque en definitiva no era normal. Ese sexo salvaje y desenfrenado no era obra de dos seres humanos.

—Ignóralos —dijo YoonGi, averiguando el porqué de su enfado. Así que estaba despierto—. Y duérmete.

Esas palabras le recordaron a su primera noche juntos.

—Roza la mala educación —se quejó.

—Ponte los cascos.

—Estoy harta de usarlos.

The Closest Friend » YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora