𝙊𝙪𝙧 𝙉𝙞𝙜𝙝𝙩; Wednesday Addams

45; 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐬

Pasaron aproximadamente 15 minutos desde que Enid le había contado absolutamente todo a Emma y Leah. Las tres seguían en la habitación, ya que la castaña no tenía muchas ganas de salir, sobre todo quería evitar a toda costa a cierta pelinegra.

Leah les mencionó algo sobre Mario y su nueva rara amistad con Tyler, lo que preocupó un poco a Emma. Mucho más de lo que ya estaba. Parecía como si todos los problemas se abalanzaran a ella ahora que parecía drogada y fuera del mundo. Lo que hizo que se sintiera atrapada en todos ellos.

⎯Oigan, creo que saldré e iré a ver a Xavier. Necesito algo de aire fresco y probablemente esté en su estudio en el bosque.⎯ Anunció Emma mientras se levantaba de la cama donde se encontraba sentada. Enid la miró y copió su acción.

⎯Iremos las dos, ¿de acuerdo? Tengo la necesidad de ir contigo a todos lados de ahora en adelante.⎯ Contestó Enid, sacando una sonrisa tímida.⎯ Nos vemos al rato, Leah.

La pelirroja les sonrió, le dijo un leve "Cuídate" a la castaña y luego ésta y la rubia salieron de la habitación. Emma agradeció que la chica se apuntara para ir con ella, ya que no se sentía en las mejores condiciones para andar por Nevermore sola. Ambas iban platicando, y algo que reconfortaba demasiado a Emma, era que Enid había entrelazado su mano con la de ella, y eso la hacía sentir segura.

⎯Luego le dijo a Quackity: "Chupala". ¿Sabes qué significa?⎯ Preguntó la rubia con una ligera mueca de concentración por lo que decía.

En el trayecto, Enid había comenzado a contarle a Emma todo lo que pasó en el stream de Spreen y Quackity antes de que todo aquello del monstruo sucediera. Emma prestaba atención y se reía cada que la rubia decía o hacía algo gracioso. Aquella pregunta hizo que la castaña sonriera al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

⎯No, no quieres saberlo.⎯ Contestó Emma, soltando una pequeña risita, haciendo que Enid sonriera al ver que su mejor amiga al menos en ese momento estaba feliz.⎯ Mejor sígueme contando del stream. ¿Solo jugaron Minecraft o también otra cosa?

⎯La mayor parte fue Minecraft, pero luego se metieron a...

Al doblar el pasillo que daba a las puertas del patio, chocaron con una persona, ocasionando que se le cayeran unas libretas y lápices que estaba cargando. Las chicas se disculparon inmediatamente, pero la castaña se detuvo secamente al ver de quién se trataba.

⎯Lo lamentamos, señorita Thornhill.⎯ Se disculpó rápidamente la rubia, quien ayudaba a la profesora a recoger las cosas que se habían caído. Emma se quedó inmóvil sin saber qué hacer.

Al agachar la cabeza para observar los movimientos de ambas, su mirada chocó con los ojos de Thornhill, quien la observaba con una mueca de lástima y duda. Frunció el ceño y desvió la mirada hacia Enid, quien se había incorporado al ver que Emma no hacía ni decía nada.

⎯¿Estás bien?⎯ Preguntó la rubia, colocando una de sus manos sobre el hombro de la castaña.

⎯Sí, estoy bien.⎯ Contestó Emma, volteando a ver a su amiga y darle una leve sonrisa.⎯ Probablemente solo tenga algo de sed...

⎯Iré por agua. Espérame en el patio, ¿sí? No vayas sin mí, por favor.⎯ Interrumpió Enid inmediatamente.

Emma se asustó un poco ante la preocupación de la chica, pero optó por asentir y sonreír. Cuando Enid se fue en dirección a la cocina, se incorporó y observó a la pelirroja, que ahora estaba frente a frente con ella, observándola de igual forma.

⎯Vaya, creo que la inmortalidad sí existe.⎯ Dijo la profesora, sacando una pequeña risa al terminar. Emma no dijo nada, solo apretó los puños por un lado. La mayor dejó de reír al no escuchar palabra de la castaña.⎯ ¿Sigues sintiendo rencor hacia mí?

La menor quería burlarse por aquellas estúpidas palabras que salieron de Thornhill, pero de nuevo, no emitió sonido alguno y solo siguió observándola con el odio saliendo de sus ojos.

⎯Mira, Emma. Sé que...

⎯Usted no sabe una mierda, mas que arruinar vidas.⎯ Interrumpió Emma, hablando por fin. Su mandíbula estaba tensa y los dientes apretados, así que sus palabras apenas fueron audibles.⎯ No quiero que vuelva a dirigirme la palabra, la mirada ni que mi nombre vuelva a salir de su boca.

⎯Tu nombre saldrá de mi boca cuando esté celebrando la victoria y riéndome por tu intento de salvar esta academia.⎯ Contestó la mayor mientras sacaba una sonrisa maliciosa. Emma frunció los labios y apretó más los puños.⎯ ¿Cómo reaccionaría Enid al ver tu cuerpo sin vida frente a mi? Ansío tanto verlo...

⎯Escúchame una cosa, Thornhill. Sé muy bien cual es mi final en esta historia, y aunque trate de cambiarlo, siempre será el mismo. Pero al menos pude cambiar una parte de la historia que no te esperarás. Tus juegos se acabaron, y sea quien sea este estúpido monstruo, le digo lo mismo. Se acabó.

Al terminar de decir todo eso, Emma fingió retroceder para seguir el camino donde minutos atrás había desaparecido la rubia, pero sin previo aviso, su puño chocó bruscamente en el rostro de la profesora. Ésta inmediatamente soltó un gruñido de dolor y se tocó la parte afectada. Gotas de sangre comenzaban a salir de su nariz.

⎯Bienvenida a mi historia, profesora.

Y, ahora sí, caminó al frente, chocando bruscamente su hombro con el de la mayor, para luego comenzar a andar a paso rápido hacia las puertas del patio. Sin duda alguna se había desahogado aunque sea un poco dándole aquel golpe. Pero aún sentía un gran rencor y odio hacia Thornhill. Hacia ella misma. Hacia todos.

Comenzaba a sentir que ese mundo no era para ella.

No, yo no soy para este mundo.

Observó su puño, el cual ardía por el golpe que recibió, notando que lo tenía completamente rojo y la sangre amenazaba con salir de ellos. Lo pasó por su camisa para limpiarla y que los que pasaban no se dieran cuenta. Levantó la mirada para buscar alguna mesa para sentarse a esperar a Enid, pero una silueta cerca llamó su atención.

Antes de salir completamente al patio, observó con detenimiento aquella figura. Uniforme negro, zapatos con plataforma negros, manos detrás de la espalda, trenzas negras, ojos oscuros...

⎯Mierda.⎯ Susurró Emma hacia sí misma al caer en cuenta que ambas se estaban observando directamente a los ojos.

Rápidamente comenzó a retroceder, chocando con las puertas del patio que tenía a centímetros de ella. En segundos se volteó por completo, abrió bruscamente las puertas y comenzó a correr sin dirección alguna.

No quería más problemas, no quería más discusiones, no quería más peleas. No en un mismo día. No ahora que acababa de volver al mundo tras una muerte de dos días.  No ahora que su muerte insistía cada vez más y más en llegar.

Sus ojos comenzaban a inundarse por las lágrimas que gritaban para salir. Emma no les iba a dar el permiso de nuevo, por lo que se limpió bruscamente los ojos y optó por regresar a su habitación. Cuando estuviera allá le mandaría mensaje a la rubia pidiéndole que fuera con ella y que olvidara lo de Xavier.

Xavier...

⎯Hey, hey, tranquila... Oh, Dios. ¿Emma? ¿Cómo...? ¿Qué...?

Emma levantó la mirada para observar a la persona con la que acababa de chocar por segunda vez en el día. Rápidamente se abalanzó a los brazos de su mejor amigo, aferrándose como si su vida dependiera de ello.

Xavier se lo aceptó inmediatamente, haciendo más fuerza para que Emma se sintiera aún más segura en sus brazos. Sus manos pasando por el suave cabello de la chica para tranquilizarla.