Puedes cerrar los ojos a la realidad, pero no a los recuerdos. - Stanislaw Jerzy Lec.
***
Meses atrás...
Eran cerca de la 1am cuando Kiara se detuvo frente a la dirección que reflejaba la invitación de su amiga Melanie. Era tarde, pero después de la visita de aquel agente en su despacho, le importaba una mierda despertarle. Observó su reflejo en el cristal central de su coche y apretó los labios al recordar la charla de Clark Logan, compañero de trabajo de Enzo. ¿Con qué derecho se había presentado en su oficina esa misma mañana para hablarla sobre la violencia de genero? Eso no era lo peor, sino que al marcharse este le descubrió que era un mandado del agente Farrell. Salió decidida hacia la vivienda que, para su sorpresa, tenía una ligera luz encendida en la planta superior y aporreó la puerta con violencia. Esperó y al no recibir respuesta, cerró el puño y volvió a tocar con insistencia. Había ido hasta allí con un propósito y no se marcharía sin cumplirlo.
Enseguida el rubio abrió la puerta. Los ojos de ambos hablaron por si solos. Ella por incredulidad y él por sorpresa. Inmediatamente Kiara lo abofeteó, momento en el que se desató el infierno. Enzo la sujetó de las muñecas, la metió en el interior de la vivienda y la encerró entre la pared y su cuerpo. Él estaba en calzoncillos y con una erección de caballo que llamaba soberanamente la atención.
-¿Quién narices te crees? -gruñó ella disfrutando de la fragancia masculina - ¿No tenías los huevos suficientes de venir tú mismo a darme esa demoledora charla? ¡No! ¡Por supuesto que no! Tenías que enviarme a esa mezcla de Superman y Lobezno que no tiene ni puta idea de mi vida.
-Hice lo que debía hacer -siseó apretando la mandíbula.
-Metete esto en la cabeza, Enzo. Que hayamos follado no te da derecho a nada -escupió a escasos centímetros de su cara -. Lo que haga o deje de hacer con mi marido es asunto mío. ¡Siento que tu polla no haya sido la elegida!
-¡Cálmate o te juro qué...!
-¿Qué? -gritó desafiándole - ¿Vas a pegarme?
Enzo junto las dos muñecas femeninas, las colocó por encima de la cabeza de Kiara y con una mano las sujetó. Después dirigió su mano libre por el cuello de ella, deslizando su pulgar por aquellos puntos estratégicos que la hicieron tragar con dureza.
-Jamás te pondría un dedo encima, al menos no de ese modo... -anunció pegándose tanto a ella que inevitablemente la rozó con su erección.
-Estoy harta de ti -murmuró casi sin voz.
-¿Estás segura?
Rápidamente Enzo deslizó la mano hasta abajo para colarse por el dobladillo de la camisa. Rozó su vientre con los nudillos y ella tembló de excitación. En ese instante, una castaña apareció en lo alto de las escaleras luciendo únicamente unas braguitas brasileñas. Kiara gruñó al pensar que se la había follado y que esa mano que estaba realizando un delicado recorrido por su vientre había estado posada en otro lugar que la irritaba. Se revolvió e intentó soltarse.
-¡Suéltame!
-Enzo... ¿Llamo a la policía? -preguntó la mujer cubriendo sus senos con los brazos.
Él lamió sus labios y pensó en sus opciones. Podía coger a Kiara y dejarla de patitas en la calle. Total, sus formas no habían sido las mejores y le había interrumpido un polvo prometedor. En cambio, debía reconocer que su prominente erección era mucho más dolorosa desde que ella había hecho acto de presencia. La deseaba a ella. La quería a ella.
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Bailando con el amor | Erótica + 18 | Parte 3/4 Completa ✅
RomanceKiara se encuentra hundida y devastada cuando Enzo reaparece en su vida para, como diría ella, hacerse el héroe ante una situación insólita. Ella se niega a aceptar lo evidente por varios motivos: orgullo, desilusión y miedo, mucho miedo. Dorian har...