Capítulo 16

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Tanto en el amor como en la amistad lo más importante es el respeto y la sinceridad. – Anónimo.

***

Era la hora de comer cuando Enzo y Kiara abandonaban la casa de Dorian Moore. Habían sido demasiadas horas de vuelo y ambos coincidían en lo mismo, pues el cansancio ganaba al hambre y a pesar de las reiteradas invitaciones para que estos se quedasen decidieron marcharse con la firme promesa de recompensarles con otra comida o cena. Nada más entrar al Mercedes, Kiara lanzó una gran bocanada de aire aliviada. Se había quitado un gran peso de encima, aunque aún quedaba la peor parte, la de sus padres. Por otro lado, el hombre estaba ansioso por aclarar algo, por lo que aprovechó cuando puso distancia con la casa de su amigo y habló.

—Preciosa, el encuentro que tuve con Mel no…

—Oh, no tienes que explicarme nada.

—Pero…

—Enzo, no quiero saberlo —dijo con cierta seriedad.

Él estrujó el volante entre sus manos. No pensaba darla detalles, mucho menos decirla que se la había follado junto a su hermano Dorian, pero si quería aclararla que había sido una más. ¡Joder! Que conociese aquel dato no entraba en sus planes y no quería que se llevase una idea equivocada. No quería absolutamente nada con Melanie. Lo quería todo con ella.

—Solo fue parte de un juego —dijo apretando la mandíbula con rabia.

—Que no se te olvide que hemos coincidido varias veces en el “Destiny”. Es más, aquel maldito día que decidí regresar me encontraste en una de las salas dispuesta a follar con un desconocido y así hubiera sido si tú no te hubieses colado en la sesión. Ni yo te debo una explicación de nada, ni tú me la debes…

Kiara desvió la mirada y se enfocó en las calles que recorrían. Por supuesto que la molestaba saber que Melanie y él habían compartido cama, pero de nada servía recriminarles nada. Todos eran libres de hacer lo que quisieran, todos menos ella que era la única casada en aquella época. La única que decidió engañar a su marido y regresar a un club de perversión y lujuria buscando lo que no obtenía en su propia casa, por qué;
No la apetecía.

Intentaba evitar a Rodrigo a toda costa, pues su genio era cada vez peor.

—Tú eres con la única que quiero jugar en estos momentos —indicó tomando la calle que los llevaría a su casa —. Y si tú estas dispuesta, me gustaría regresar al club contigo, tal y como hicimos hace años.

—¿En las mismas condiciones?

Enzo redujo la velocidad y encaminó el coche a la entrada del garaje, parándose en el gran portón que poco a poco comenzaba a elevarse. Antes de que apareciese Rodrigo, la cosa entre ellos era fácil. Coincidían en el club y se revolcaban por horas, aunque debía admitir que alguna que otra vez habían quedado y habían impuesto el encontronazo, pero en esta ocasión no la quería así…

—Odio decirte esto, pero no. No puedo soportar la idea de pensarte y verte con otro hombre sin que yo participe. Quiero una relación contigo y, por ende, quiero exclusividad.

—Quizá no este preparada para tomar otro compromiso de esa índole en mi vida —murmuró Kiara removiéndose nerviosa en el asiento.

—¿Pretendes ir al “Destiny” y que cada uno accedamos a una sala diferente? —preguntó entre enfadado y asombrado mientras accedía al interior del garaje.

—No. Quiero ir contigo, es estúpido que te lo niegue, pero… Enzo, lo que me ofreces va mucho más allá del sexo.

El policía conocía los miedos de la fémina, de hecho, se había encargado de recordárselo ella en innumerables ocasiones durante su viaje a España, pero no quería dejar de insistir, porque estaba seguro de que Kiara sentía lo mismo y que se trataba única y exclusivamente de tiempo y valentía. Detuvo el coche, apago el motor y la contempló.

Bailando con el amor | Erótica + 18 | Parte 3/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora