Bailando con el amor | Erótica + 18 | Parte 3/4 Completa ✅

Capítulo 44 - Parte 2/3

Al final todo saldrá bien, y si no sale bien, es que todavía no es el final. - Anónimo.

***

Una hora después…

Melanie contemplaba desde el asiento trasero del vehículo las personas que aún permanecían en el exterior de la iglesia. Dorian, por supuesto, no estaba y para qué negarlo, ella hubiera dado lo que fuera para que él estuviera ahí para sujetar su mano. Sabía que no era lo usual, el novio no debía ver a la novia antes del enlace y por ello agradecía y se apoyaba en el hombre que la acompañaba, Jhonny.

—¿Estás lista?

—Dame un momento…

Él la besó en el dorso de la mano y salió al exterior. Tenía claro su papel y pensaba no defraudarla. A pesar de que sabía que la O'Sullivan no acudiría, no pudo evitar buscarla con la mirada. Finalmente con un nudo en el estómago se posicionó junto a la puerta del coche para abrirla. Los dedos de Mel enseguida le buscaron, pues presentía que si no tenía esa sujeción no sería capaz de dar un paso adelante. En el mismo instante que salía del vehículo, Kiara cruzó el umbral de la puerta y alzó los dedos pulgares, haciéndola sonreír en el acto.

—Estoy orgulloso de ti.

—Jhonny, te juro que no volveré a casarme —dijo con un suave rubor en sus mejillas.

—Es la idea.

El bailarín le ofreció el brazo y ambos avanzaron con el corazón en un puño. En cuanto colocaron un pie en la iglesia sintieron la mirada de todos los invitados llevados por la curiosidad, pero había una que destacaba por encima de todas las cosas, la de Dorian Moore. La pareja se miró ensemismados, como si no hubiera nada ni nadie más en el universo. El abogado la vio avanzar con un nudo en el estómago. ¡Estaba preciosa! Sin poderlo remediar sintió un ligero tirón en la ingle que intentó controlar, pues no quería ser recordado el día de su boda por su empalme. Miró de reojo a Briona que lloraba desconsolada mientras abrazaba a su hija. Deseó reunirse con ellas y darles un poco de cariño, incluido a Maverick que desde su silla de ruedas se asomaba para ver a la bailarina, sin embargo, debía mantenerse allí, junto al altar, esperando a la mujer con la que pensaba compartir su vida.

Cuando estuvieron a escasos metros, Jhonny tomó el relevó adelantándose un poco y colocando la mano de Melanie sobre la de Dorian.

—Cuidala —solicitó emocionado.

—Lo haré. Créeme que lo haré.

El bailarín le dio una ligera palmada y se fue a su lugar. La pareja, sin poder contenerse, se fundieron en un abrazo interminable lleno de ilusión y esperanza.

—Estas preciosa.

Melanie sonrió y se mantuvo en silencio, pues sabía que si le respondía rompería a llorar de inmediato.

—Comencemos. Estamos aquí reunidos para celebrar el matrimonio de estos dos hermanos; Melanie Cooper y Dorian Moore.

Los ojos de ambos se mantuvieron en contacto durante casi toda la ceremonia, regalandose miradas confidentes que decían y significaban mucho. Sus manos permanecieron enlazadas, sintiendo el calor y el contacto de su piel cada segundo. Sus voces se escucharon rotas al pronunciar el juramento del matrimonio y sus manos temblaron, siendo la sujeción del otro una vez más. El párroco les contempló con ilusión al notar el verdadero significado del amor impreso en sus ojos y con esperanza murmuró:

—Os declaro marido y mujer. Podéis besaros.

Dorian, que deseaba hacerlo desde el primer momento que la había visto, lo hizo sin pensarlo. La tomó de las mejillas que volvían a tener aquel tono rojizo que le enamoró y la besó con decisión. Ambos entreabrieron la boca entre los vítores de los asistentes y se devoraron con pasión. Melanie sintió la intromisión de la lengua de Dorian y aunque no le echó lo fue frenando, pues consideraba que no era el lugar apropiado para ello. No obstante, sabía y era consciente de que su Daredevil aprovecharía la primera oportunidad de cambio para volverla a besar o incluso poderla tocar. La pareja felizmente saludó a los familiares y amigos más cercanos antes de abandonar la iglesia.