Capítulo 19 - Parte 1/2

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En un beso, sabrás todo lo que he callado. – Pablo Neruda.

***

Dorian miró el reloj mientras sacaba las llaves de contacto. Odiaba llegar a última hora de la tarde a casa, más cuando sabía que Melanie lo necesitaba. Su hermana no había dudado en enviarle un mensaje, recalcándole que la bailarina no estaba en su mejor momento, pues pasar toda la tarde con ella había dado para saber eso y mucho más. En el instante que leyó aquel mensaje, no se lo pensó, se despidió de Enzo con urgencia e hizo una pequeña parada en una floristería de la ciudad. No se consideraba un hombre detallista, aunque debía reconocer que eso había cambiado notablemente desde que ella había llegado a su vida. Cogió el ramo de rosas rojas que descansaba sobre el asiento del copiloto y se aventuró hacia el interior de la casa.

Lo primero que captó fue la dulce melodía que llenaba la estancia y por último el intenso olor a leña quemada. Aseguró la cerradura, dejó sus llaves sobre el cuenco de la entrada y se encaminó al salón…
Melanie se encontraba en pijama, con el pelo recogido, las piernas contra su pecho mientras que en las manos sostenía un ostentoso libro. Debía estar absorta en su lectura, pues ni siquiera se había percatado de su llegada. La analizó maravillado y se sintió el hombre más afortunado del planeta. No había palabras para describirla. Ella era el oxigeno que necesitaba para vivir, su kryptonita y la única que podía darle o quitarle la vida con facilidad. Se aproximó cauteloso ya que no quería asustarla. A mitad de camino, la bailarina le miro e indudablemente sonrió al percatarse del enorme ramo que su prometido portaba.

—Hola Cariño, siento llegar tan tarde… —espetó Dorian agachándose para darle un casto beso e inmediatamente después ofrecerle las rosas.

—Gracias — Melanie cogió las flores y las olio, maravillándose con el increíble aroma —. En realidad, Kiara me ha dejado en casa hace menos de una hora. ¿A qué se debe esto?

—Quería tener un detalle contigo y así recordarte lo mucho que te quiero.

El abogado levanto los pies de su prometida, haciéndose hueco a su lado. Se sentó y con agilidad la tomo de la cintura, animándola a incorporarse y que postrara su trasero sobre sus piernas. Melanie no remoloneó, al contrario, se incorporó con inmediatez, se acomodó donde él quería y dejó que la abarcara con sus brazos. Dorian la abrazó mientras deslizaba una de sus manos por la espalda femenina hasta que se vio obligado a parar cuando sintió como ella se refugiaba sin titubear y escondía el rostro en las solapas del traje.

—¿Qué sucede? Sabes que puedes hablar conmigo…

Por supuesto que Melanie lo sabía, de hecho, era una de las cosas que adoraba de Dorian. Desde que él había admitido sus sentimientos, era fácil hablar con él de lo que fuese y eso era de agradecer. Ella ante su silencio sintió como la alzaba de la barbilla y le levantaba la cara para enfrentarse a esos ojos que la robaban la respiración.

—Estuve con Kiara. La tenías que haber visto. Esta como loca con la boda…

—Cariño, ponla un límite. Kiara es de las que le ofreces la mano y… — Melanie negó de inmediato.

—La hace ilusión y después de lo que ha pasado, no soy nadie para quitársela. De hecho, me ha venido bien. ¿Eras consciente de todo lo que significa el mundo boda? Kiara me ha hablado de mil proveedores; maquillaje, peluquería, decoración, floristería, coche de alquiler, detalles, fotógrafo, preparativos de iglesia, restaurante…

—No me he casado con anterioridad, pero sospechaba que era un verdadero quebradero de cabeza —admitió sonriendo.

—Vamos muy retrasados Dorian. A este paso, dudo que podamos casarnos en la fecha marcada.

Bailando con el amor | Erótica + 18 | Parte 3/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora