Bailando con el amor | Erótica + 18 | Parte 3/4 Completa ✅

Capítulo 15 - Parte 2/2

Atrévete a ser valiente hoy y confía en que cuando extiendas tus alas, volarás. - María Demuth.

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Dorian y Kiara

Los hermanos accedieron al despacho, donde cerraron la puerta para tener algo más de privacidad. Kiara estaba dispuesta a abrirse pero, ante todo, disculparse las veces que hiciese falta. Ella lo miró compungida, aguantando las terribles ganas que tenía de llorar. No solo el último mes había sido el peor de su vida, sino que llevaba algunos meses distanciada de Dorian, simple y llanamente porque Rodrigo se lo había pedido tras una de sus últimas peleas antes del estatal de baile. Y su única manera de evitar más problemas, había sido obedecerle. Retorció sus dedos con nerviosismo, acto que no pasó desapercibido para Dorian, que inmediatamente la abrió los brazos invitándola a cobijarse en su pecho. Este la abrazó con todo el amor que podía y con todo el cariño que su hermana le generaba, mientras que ella hipaba y sollozaba sin control. La mantuvo ahí unos minutos, calmándola y diciéndola que todo estaría bien, pues él la iba a ayudar en todo lo que pudiera… Sin embargo, lo único que era capaz de murmurar la hermana pequeña era un sincero y escueto; “perdóname”.

—¿Le has vuelto a ver? —consiguió preguntar mientras se enderezaba para verle.

—No —respondió borrando las lágrimas de su hermana —. Como abogado tuyo que soy, no me beneficiaría. Estoy en contacto continuo con su abogada.

Dorian apretó la mandíbula. Rodrigo no era gilipollas y había ido a escoger a su némesis para que le representase. Kristal no había perdido la oportunidad y a pesar de la orden de alejamiento de la que disponía, había aceptado el caso. Nada cambiaba, no se veían, no tenían contacto, más allá de las llamadas necesarias o intercambios de correos que eran exclusivamente de negocios. Aún así, le repateaba enormemente escucharla. Darle el caso a uno de sus compañeros no era una opción, pues él mismo quería llevar el caso de su hermana, incluso había optado por interrumpir el proceso y que Rodrigo tuviese que buscar a otra persona que lo representase, pero eso solamente le quitaría tiempo y su prioridad ahora mismo era sacar a Kiara de toda esa mierda cuanto antes.

—¿Quién lo representa? Porque por tu cara me atrevería a decir que es… ¡Oh! —exclamó dándose cuenta de la realidad — No me digas que buscó a la arpía de Kristal. ¿Ha sido capaz?

—Es un cabrón Kiara, ¿qué esperas? No te preocupes, lo tengo todo bajo control —murmuró para intentar calmarla — Eso no va a desestabilizarme. Tengo mi meta clara; en un mes o a lo sumo, un par de meses, serás una mujer libre.

—¿Bajo qué precio Dorian? Esa mujer no esta bien de la cabeza. ¡Por Dios! Ya viste lo que fue capaz de hacer con tal de separarte de Melanie. ¡No puedo permitirlo!

—Oye, escúchame… —solicitó cogiendo la cara de Kiara entre sus manos — Llevo un mes ganado, no voy a dar marcha atrás. No te voy a negar que no me lo está poniendo fácil ya que reclama la mitad de los bienes, pero soy persistente.

—Dáselos. Dale todo Dorian. No necesito absolutamente nada —solicitó temblorosa.

—No voy a permitirlo, no cuando todo fue con tu sudor y esfuerzo. He intentado alegar lo que te hizo, pero Kristal me tiene cogido por los huevos. No hay una denuncia y por ende una evidencia clara de que lo que digo es verdad. Literalmente es tu palabra contra la suya.

—Entrégaselo todo y terminemos con esto cuanto antes… No merece la pena.

El abogado arrugó el entrecejo. No pensaba rendirse tan fácilmente. No cuando se trataba de ella, de su hermana.