Barcelona era una pasada, la mirases por donde la mirases.
Había empezado a andar y sin darme cuenta había acabado en Las Ramblas y con el sol cayendo.
Miré la hora sorprendida de que fuera tan tarde y entonces emprendí el camino hasta la casa de Pedri.
Cuando llegué toqué al timbre y Fer apareció al otro lado.
– Pienso hacerte copia de las llaves.– dijo mientras se apartaba para dejarme pasar.
Sonreí y me sonrojé un poco.
Pedri no había llegado todavía, así que Fer y yo nos picamos para ver quien ganaba al Monopoly.
Llevábamos un rato jugando y yo ya tenía casi todo el dinero y las propiedades cuando la puerta se abrió y una voz que conocía de sobra rompió el silencio.
– Estoy en casa.– dijo dejando las llaves en una cesta y acercándose al salón.
Fer me miró mientras me daba más billetes.
– Joder, no quiero jugar más, soy muy malo.
Pedri se carcajeó y se sentó a mi lado después de besar mi cabeza.
– Mi chica sabe de todo.
Sonreí y vi como Fer se levantaba diciendo que estaba haciendo trampas mientras Pedri le decía que era muy malo.
Su hermano al escucharle se abalanzó contra él y empezaron a pegarse con los cojines del sofá
Yo no podía parar de reírme con aquella situación.
Eran como dos niños pequeños.
Un cojín aterrizó en mi cara y se me cortó la risa en el momento.
Los hermanos me miraron muy serios y después se miraron el uno al otro.
Cogí dos cojines con cada mano y les di a los dos en la cara.
Ellos rieron y yo me levanté sonriendo.
Estaba apunto de ir a la cocina cuando mi teléfono sonó.
Miré el nombre de Lucas en la pantalla y me fui hasta la cocina para responderle.
– Cariño...– dije mirando por la ventana.
– Joder Jade, ¿puedes cogerme el puto teléfono? Llevo todo el día llamándote.
Iba a contestar cuando de repente sentí unos labios morder mi cuello y cerré los ojos.
Entonces Pedri se acercó a mi oído y me susurró haciendo que casi me cayese de culo.
– Contéstale nena
Yo tragué saliva y empecé a hablar sin ser consciente de que estaba diciendo.
– Lo siento Lucas. Estaba en el museo y me dijeron que debíamos poner el móvil en silencio.
Los labios de Pedri besaban toda la superficie de mi cuello y mis hombros.
– A mí si me respondes cariño...– susurró Pedri mientras mordía el lóbulo de mi oreja.
Escuché a Lucas hablarme al otro lado de la línea.
– Jade, estoy deseando que vuelvas ya. Esto es un aburrimiento sin ti.
Que jodida mentira.
– Lucas, no llevo ni 3 días.
– Me la suda, es mucho tiempo. Y estás sola por ahí, rodeada de subnormales que quieren meterte mano.
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Teen FictionCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...