El día había llegado y sinceramente no sé quien estaba más nervioso que quien.
Los chicos iban a ir a jugar el Mundial y Fer y yo íbamos los primeritos para animar a los chicos.
Acabábamos de bajarnos del avión y cogí aire mientras arrastraba las maletas por el aeropuerto.
Fer iba con los cascos puestos y yo más de lo mismo.
No habíamos podido irnos con Pedri porque ellos se habían ido una semana antes y yo estaba de exámenes, por lo que Fer esperó a que terminase los exámenes y pudiésemos ir juntos.
Nos subimos al taxi y le dimos el nombre del hotel en el que íbamos a estar con los chicos.
Al entrar le dieron la tarjeta magnética a Fer, que por reglas del país, iba a dormir con su hermano.
Yo iba a dormir con la novia de Ferrán, aún no la había conocido pero estaba nerviosa.
Pedri me había dicho que era muy simpática y que íbamos a congeniar enseguida.Eso esperaba, la verdad.
Pasé la tarjeta por la ranura y la puerta se abrió, la empujé con el pie y entré.
Vi a Ferrán y a la que supuse que era su novia comiéndose la boca.
Ambos miraron en mi dirección y entonces su novia apartó a su novio y se acercó a mí para darme un abrazo.
– Encantada, soy Sira.
– Soy Jade, encantada.
Se apartó de mí y me dio una sonrisa enorme.
Que mona.
Ferrán se acercó a nosotras y sonrió.
– Hola Jade.– dijo acariciando mi hombro.– Bueno, os dejo para que os conozcáis.– dijo y después besó a su novia y salió.
Sira me agarró de una de las manos y me sentó en su cama.
– Cuéntame algo de ti.
Reí y la miré.
Le conté varias cosas, aunque no me puse a ser demasiado pesada, no quería espantarla.
Ella me contó también cosas sobre ella y su relación con Ferrán.
Después me ayudó a colocar las cosas en el armario de la habitación.
– ¿Qué tal con Pedri?
– Muy bien.– dije colgando una sudadera en la percha.– Es un amor.
– Sí lo es, me alegra que haya encontrado a alguien tan adorable como él.– dijo pasándome un pantalón.
Me puse un poco roja. No estaba acostumbrada a recibir halagos ni a que me hablasen así de dulce.
Pedri tenía razón, Sira era una monada y además de eso guapísima.
Sira acabó arrastrándome por los pasillos del hotel para enseñarme todo lo que se podía hacer allí.
Aquello parecía un jodido palacio.
Después bajamos a la terraza para encontrarnos a los chicos allí.
– Aquí estáis.– dijo Sira sonriendo y yendo hacia su chico.
Yo estaba ensimismada mirándolo todo cuando sentí unas manos en mi cintura.
– Hola princesa
Sonreí y me giré para ver a Pedri, que también me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
Este sitio le sentaba bien.
– Estás guapo.– dije sonriendo y acariciando sus hombros.
Acercó su cabeza a mi cuello y me dio un beso rápido pero dejó su cabeza apoyada en mi cuello.
Le acaricié la espalda y después se incorporó para darme un beso.
– Ven, ¿sabes jugar al billar?– dijo agarrando mi mano y llevándome hasta un grupo de futbolistas que conocía desde que era más pequeña.
– ¿Bromeas? Soy la mejor.– solté sonriendo.
Llegamos hasta la mesa y sonreí.
– Ella es Jade.
Todos me saludaron y después me pasaron un palo de billar.
– Ella con nosotros.– dijo Morata.
– Eh, eso no vale.– respondió Pedri.
– En el amor y en la guerra vale todo.– dijo Asensio.
Yo reí y me acerqué a ellos para empezar la partida.
La cosa había estado reñida durante unas rondas, hasta que llegó mi turno.
Metí 4 bolas de golpe y mi equipo no paraba de llamarme la "pichichi del billar"
– Ni Lewandowski se atreve a tanto.– dijo Busi.
– Jade, cielo...– rogó Pedri.
Me coloqué mirando la bola fijamente.
Tenia a Jordi Alba a mi lado y a Pedri en el otro.
Estaba a punto de tirar cuando una mano de Pedri se coló por mi muslo, lo que hizo que fallase el tiro.
Lo miré y lo vi sonreír disimuladamente.
– Eres un tramposo Pedri.– dije apuntándole con el dedo.
– No tengo la culpa de que una simple caricia te ponga nerviosa cariño.– susurró en mi oído.
Le saqué el dedo y me alejé.
Al final acabamos ganando la partida y nos pusimos a saltar en corro.
– Que exagerados.– dijo Ansu mirándonos.
– A llorar a la llorería Ansuuu.– dijo Morata riendo.
Morata y Ansu se enzarzaron en un pique que duró hasta la hora de la cena.
Me senté al lado de Sira y al lado de Gavi aunque tenía a Pedri en frente.
Intentaba aguantarme la risa viendo a Gavi apartar los pimientos del plato con cara de asco.
– Gavi, eso te lo metes en la boca con lo otro y no notas el sabor.– dije mirándole con una sonrisa.
– Pareces mi madre y no, no pienso comer pimientos.– contestó este mientras seguía apartando la verdura.
Sentí una caricia en mi rodilla y levanté la cabeza de mi plato para ver a Pedri sonriéndome y guiñándome el ojo.
Sonreí y estiré mis piernas apoyándolas en las suyas.
Se pasó toda la cena acariciando mis piernas con sus suaves dedos y yo estaba a punto de dormirme.
Cuando la cena terminó vi a Sira subir a la habitación con una botella de vino y dos copas.
Me eché a reír y fui hacia el ascensor, pero unas manos me pararon.
Miré a Pedri y este me dio un beso.
Sonreí.
– Pedri, si me lo permites voy a robarte a tu querida novia para emborracharla conmigo.– dijo Sira tirando de mi brazo.
Pedri la miró riendo y entonces me dio otro beso para soltarme después.
Sira y yo nos metimos en el ascensor y cuando llegamos a la planta, abrió la puerta y se puso el pijama, la imité y me senté en la cama mientras la veía quitar el corcho de la botella y echar en las dos copas.
Esto va a ser gracioso...
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Sira es monísima siempre 🥹
Pedri... me ofrezco para enseñarte al jugar al billar 🛐
Os veo en el siguiente ❤️
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𝐌𝐎𝐓𝐇 𝐓𝐎 𝐀 𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 +18 | Pedri
Teen FictionCuando Jade vuela con Lucas, su maravilloso y perfecto novio a Canarias de vacaciones, era para solucionar algunas de las lagunas que tenían como pareja. Lo que ella no sabía es que iba a cruzarse con alguien que que le iba a hacer cuestionarse si...